2014-04-04
En su
homilía en Casa Santa Marta, el Papa Francisco explicó por qué los
profetas son siempre perseguidos. En concreto, describió cómo los fariseos
perseguían y descalificaban a Jesús.
Francisco
"'Este
va a comer con pecadores, ¿eh? No es un hombre de Dios'. Lo descalifican. ¿Por
qué? Porque Jesús salía y hacía salir de ese ambiente religioso cerrado, de esa
jaula. El profeta lucha contra las personas que enjaulan al Espíritu Santo. Y
por eso le persiguen: ¡siempre!”
El Papa
añadió que también algunos santos sufrieron persecuciones dentro de la Iglesia.
Sin dar ningún nombre, se refirió a un autor cuyos libros fueron prohibidos y
que, sin embargo, hoy es beato.
EXTRACTO
DE LA HOMILÍA DEL PAPA
Fuente:
Radio Vaticana
"El evangelio de hoy es claro, ¿no? Jesús se
escondía, en estos últimos días, porque todavía no había llegado su hora; pero
Él sabía cuál habría sido su fin, cómo sería su fin. Y Jesús es perseguido
desde el principio: recordemos cuando al inicio de su predicación regresa a su
pueblo, va a la sinagoga y predica; inmediatamente después de una gran
admiración inicial, empiezan: ‘¿Pero éste, sabemos de dónde es? ¿Este es uno de
los nuestros? ¿Pero con qué autoridad viene a enseñarnos? ¿Dónde estudió?'. ¡Lo
descalifican! Es el mismo discurso, ¿no? "¡Pero éste sabemos de dónde es!
Cristo, en cambio, cuando vendrá nadie sabrá de dónde es!'. Descalificar al
Señor, descalificar al profeta para quitarle la autoridad!”
"También tantos pensadores de la Iglesia fueron
perseguidos. Pienso en uno, ahora, en este momento, no lejos de nosotros, un
hombre de buena voluntad, un profeta de verdad, que con sus libros reprochaba a
la Iglesia de alejarse del camino del Señor. Pronto fue llamado al orden, sus
libros puestos en el índice, le quitaron la cátedra y así para este hombre
terminó su vida: no hace mucho de esto. ¡Pasó el tiempo y hoy es beato! ¿Pero
cómo es que ayer era un hereje y hoy es beato? Porque 'ayer los que tenían el
poder querían silenciarlo, ya que no les gustaba lo que decía. Hoy la Iglesia,
que gracias a Dios sabe arrepentirse, dice: 'No, este hombre es bueno!'. Es
más, está en el camino de la santidad: es un beato".
"Pero existe la pena de muerte o el
encarcelamiento por tener el Evangelio en casa, por enseñar el catecismo, hoy
en alguna parte! Me decía un católico de estos países en los que no se puede
orar juntos. ¡Está prohibido! Sólo se puede rezar solos o escondidos. Pero
ellos quieren celebrar la Eucaristía y ¿cómo pueden hacerlo? Hacen una fiesta
de cumpleaños, fingen celebrar el cumpleaños y allí celebran la Eucaristía,
antes de la fiesta. ¡Y esto ha sucedido! Cuando ven que llega la policía,
rápidamente ocultan todo y 'Felicidad, felicidad. ¡Feliz cumpleaños! 'Y
prosigue con la fiesta. Luego, cuando se van, terminan la Eucaristía. Así
tienen que hacer, ya que está prohibido rezar juntos. ¡Hoy en día!"
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