Todo lo que me pidan por
medio del Corazón de mi Madre –a condición de que la petición sea
compatible con la voluntad del Padre- lo concederé durante la novena.
- Sentirán en cada
circunstancia la extraordinaria ayuda de mi Madre, junto con sus
bendiciones.
- Paz, armonía y amor reinarán
en sus almas y en las almas de los miembros de sus familias.
- Protegeré a sus familias de
contrariedades, engaños e injusticias.
- Los matrimonios se
mantendrán juntos y, si uno ya se ha ido, él o ella, volverá.
- Los miembros de sus familias
se comprenderán unos con otros y perseverarán en la fe.
- Las madres, en particular
las que esperan, recibirán una especial protección para ellas, así como
para sus hijos.
- Los pobres recibirán
alojamiento y comida.
- Los llevaré a amar la
oración y el sufrimiento. Aprenderán a amar a Dios y a sus prójimos.
- Los pecadores se convertirán
sin dificultad aunque sea otra la persona que hace esta novena por ellos.
- Los pecadores no volverán a
caer en su estado anterior. No solamente recibirán perdón por sus pecados
sino que, a través de una perfecta contrición y amor, recuperarán la
inocencia bautismal.
- Aquellos que hagan esta
novena en su inocencia bautismal (especialmente los niños) nunca ofenderán
a mi corazón con pecados graves.
- Los pecadores que se
arrepientan sinceramente escaparán no sólo del infierno sino también del
purgatorio.
- Los creyentes tibios se
volverán fervorosos, perseverarán y alcanzarán la perfección y la santidad
en un corto tiempo.
- Si los padres u otros
miembros de la familia hacen esta novena, ninguno de esa familia será
condenado al infierno.
- Mucha gente joven recibirá
el llamado a la vida religiosa y al sacerdocio.
- Los descreídos se volverán
creyentes y aquellos que andan sin dirección volverán a la Iglesia.
- Los sacerdotes y religiosos
permanecerán fieles a su vocación. Los que no fueron fieles recibirán la
gracia de una sincera contrición y la posibilidad de regresar.
- Los padres y la gente en
posiciones de mando recibirán ayuda en sus necesidades espirituales y
materiales.
- El cuerpo estará libre de
tentaciones del mundo y de la carne.
- El orgulloso se volverá
humilde; el impetuoso se volverá amoroso.
- Las almas fervorosas
sentirán la dulzura de la oración y el sacrificio; nunca serán
atormentadas por la inquietud o la duda.
- Las personas agonizantes no
sufrirán los ataques de Satanás. Se irán súbitamente, con una muerte
inesperada.
- Los moribundos
experimentarán un deseo vehemente de la vida eterna; de este modo, ellos
se abandonarán a mi voluntad y se irán de la vida en los brazos de mi
Madre.
- Sentirán la extraordinaria
protección de mi Madre en el juicio final.
- Recibirán la gracia de tener
compasión y amor hacia mi sufrimiento y el de mi Madre.
- Aquellos que se esfuerzan
por ser perfectos obtendrán como un privilegio las principales virtudes de
mi Madre: humildad, amor y pureza.
- Estarán acompañados con
cierta alegría exterior e interior y con paz a lo largo de sus vidas,
estén enfermos o sanos.
- Los sacerdotes recibirán la
gracia de vivir en la presencia de mi Madre sin ninguna adversidad.
- Aquellos que progresen en su
unión Conmigo recibirán la gracia de sentir esta unión. Sabrán lo que
significa: «ellos ya no vivirán, sino que Yo viviré en ellos». Es decir,
amaré con sus corazones, oraré con sus almas, hablaré con sus lenguas, y
serviré con todo su ser. Experimentarán que lo bueno, hermoso, santo,
humilde, manso, valioso y admirable en ellos, soy Yo. Yo, el Omnipotente,
el Infinito, el único Señor, el único Dios, el único Amor.
- Las almas de aquellos que
hagan esta novena estarán radiantes como lirios blancos alrededor del
Corazón de mi Madre por toda la eternidad.
- Yo, el Divino Cordero de
Dios, unido con mi Madre y con el Espíritu Santo, nos regocijaremos para
siempre viendo las almas que a través del Inmaculado Corazón de mi Madre,
ganarán la gloria de la eternidad.
- Las almas de los sacerdotes
avanzarán siempre en fe y en virtud.
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