¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

jueves, 5 de mayo de 2016

OREMOS EL SANTO ROSARIO, HOY JUEVES CONTEMPLAMOS LOS MISTERIOS LUMINOSOS

Los Misterios Luminosos fueron  instituidos por el Santo Padre Juan Pablo II en la Enciclica  Rosarium Virginis Mariae) en el año 2002 y nos narran la vida pública de Nuestro Señor Jesucristo, ésta la contemplación nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial "misterios de luz". En realidad, todo el misterio de Cristo es luz. Él es "la luz del mundo" (Jn 8, 12). Pero esta dimensión se manifiesta sobre todo en los años de la vida pública, cuando Anuncia la venida del Reino en medio de nosotros.
                                   
COMO REZAR EL SANTO ROSARIO

      Para recitar el Rosario con verdadero provecho se debe estar en estado de gracia  o por lo menos tener la firme resolución de renunciar al pecado. 

      Para recitar el Rosario con verdadero provecho se debe estar en estado de gracia  o por lo menos tener la firme resolución de renunciar al pecado. 

MIENTRAS SE SOSTIENE EL CRUCIFIJO NOS HACEMOS LA SEÑAL DE LA CRUZ:

“Por la señal + de la Santa Cruz, de nuestros + enemigos, líbranos Señor + Dios Nuestro. En el Nombre + del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.

LUEGO RECITAR EL CREDO DE LOS APOSTOLES

Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, y en Jesucristo su Único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos, está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la Comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne, y en la vida eterna. Amén.

  SE DICE LA INTENCIÓN:

“OFRECEMOS ESTE SANTO ROSARIO POR LAS SIGUIENTES INTENCIONES” (AQUÍ NOMBRAMOS LAS INTENCIONES)   
LUEGO DECIMOS EL MISTERIO:

EN EL PRIMER MISTERIO CONTEMPLAMOS...
(NOMBRAMOS EL MISTERIO QUE CORRESPONDE AL DÍA)
Y HACEMOS UN MOMENTO DE SILENCIO PARA SITUARNOS MENTALMENTE EN LA ESCENA QUE VAMOS A CONTEMPLAR;
Y REZAMOS:

EN EL PRIMER MISTERIO CONTEMPLAMOS EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL RÍO JORDÁN: “Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se le abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia Él. Y se oyó una voz del cielo que decía: Éste es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección”. (Mt. 3, 16-17)

Pidamos a la Santísima Virgen, vivir nuestro Bautismo con fidelidad a Cristo Jesús.

EN LA PRIMERA CUENTA GRANDE RECITAR UN PADRE NUESTRO

PADRENUESTRO:
“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre – venga a nosotros tu Reino – hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén”.

EN CADA UNA DE LAS DIEZ SIGUIENTES CUENTAS PEQUEÑAS (UNA DECENA)
RECITAR UN AVE MARÍA MIENTRAS SE REFLEXIONA EN EL MISTERIO;

10 AVEMARÍAS:
“Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, - y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. – Santa María, Madre de Dios, - ruega por nosotros pecadores – ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.

LUEGO, RECITAR UN GLORIA
 GLORIA:
“Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo – como era en un principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén”.

DECIR LAS SIGUIENTES JACULATORIAS, DADAS POR LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA:
"María es Madre de gracia y Madre de Misericordia …
En la vida y en muerte ampáranos  Madre Nuestra".

"Oh mi buen Jesús, perdona nuestros pecados: líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a  todas las  almas, especialmente las más necesitadas de Tu Misericordia."

 ANUNCIAR EL SEGUNDO MISTERIO DEL ROSARIO
                                     
EN EL SEGUNDO MISTERIO CONTEMPLAMOS LA AUTORREVELACIÓN DE JESÚS EN LAS BODAS DE CANÁ: “Y como faltaba vino la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le respondió: ¿qué tenemos que ver nosotros?. Mi hora no ha llegado todavía. Pero su madre dijo a los sirvientes: Hagan todo lo que Él les diga... Éste fue el primero de los signos de Jesús y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en Él”. (Jn. 2, 3-5, 11)

Pidamos a María Santísima, saber corresponder al Señor.

En cada una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:  recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, el Gloria mientras y las Jaculatorias
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ANUNCIAR EL TERCER MISTERIO DEL ROSARIO

EN EL TERCER MISTERIO CONTEMPLAMOS EL ANUNCIO DE JESÚS SOBRE EL REINO DE DIOS Y SU INVITACIÓN A LA CONVERSIÓN: “Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: El Tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia”. (Mc. 1, 14-15)
Pidamos al Señor, nos envíe su Espíritu, para lograr una real conversión

En cada una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:  recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, el Gloria y las Jaculatorias.

ANUNCIAR EL CUARTO MISTERIO DEL ROSARIO
                                                                                                    
EN EL CUARTO MISTERIO CONTEMPLAMOS LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO EN EL MONTE TABOR: “Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante... Desde la nube se oyó entonces una Voz que decía: Éste es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo”. (Lc. 9, 29 y 35)

Pidamos a la Santísima Virgen, reconocer en nuestros hermanos, el rostro de Jesús.

En cada una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:  recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, rezar el Gloria  y las Jaculatorias.

 ANUNCIAR EL QUINTO MISTERIO DEL ROSARIO

EN ÉSTE QUINTO MISTERIO CONTEMPLAMOS LA INSTITUYE LA EUCARISTÍA: “Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: Tomen y coman esto es mi Cuerpo. Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó diciendo: Beban todos de ella, porque ésta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos para la remisión de los pecados”. (Mt. 26, 26-28)

Pidamos a María Santísima, ser dignos depositarios del Cuerpo y de la Sangre de Jesús 

En cada una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:  recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, rezar el Gloria  y las Jaculatorias

Cuando se ha concluido el quinto misterio el Rosario suele terminarse con el rezo de la Salve, pero también podemos ORAR:

“Por las intenciones del Santo Padre y para ganar las santas indulgencias”

EN LA PRIMERA CUENTA GRANDE RECITAR UN PADRE NUESTRO

EL PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu Reino; hágase Tu Voluntad, así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
        . 
Y LUEGO EN CADA UNA DE LAS TRES SIGUIENTES CUENTAS PEQUEÑAS RECITAR UN AVE MARÍA
EL AVE MARÍA
Dios te salve María, llena eres de Gracia, El Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
                                              
RECITAR UN GLORIA ANTES DE LA SIGUIENTE CUENTA GRANDE.

EL GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, es ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
             
Y concluimos con LA SALVE:
 
Dios te salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia, Vida y dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A Ti suplicamos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra. Vuelve a nosotros esos Tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de Tu vientre. ¡Oh clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! 
L. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios
R. para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén." 

Luego podemos rezar:
BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea Tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza, a Ti Celestial Princesa, oh Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en éste día, alma, vida y corazón, míranos con compasión, no nos dejes Madre mía y danos Tu Bendición, que sea la del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Amén. 

Los Misterios Gozosos son meditados los lunes y sábados, los domingos de Adviento y domingos después de la Epifanía hasta la Cuaresma.
Los Misterios Dolorosos son meditados los martes y viernes, y los domingos en Cuaresma. 
Los Misterios Gloriosos son meditados los miércoles y sábados, y los domingos desde la Pascua de Resurrección hasta Adviento. 

Los Misterios Luminosos,  son meditados los días jueves.

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