PRIMER DÍA
¡Espíritu Santo! ¡Señor de Luz! ¡Danos, desde tu clara altura
celestial, tu puro radiante esplendor!
EL ESPÍRITU SANTO Sólo una cosa es importante: la salvación eterna. Por lo tanto, sólo una cosa hay que temer: el pecado. El pecado es el resultado de la ignorancia, debilidad e indiferencia. El Espíritu Santo es el Espíritu de Luz, de Fuerza y de Amor. Con sus siete dones ilumina la mente, fortalece la voluntad, e inflama el corazón con el amor de Dios. Para asegurarnos la salvación debemos invocar al Divino Espíritu diariamente, porque “el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza.
Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene;
más el Espíritu mismo intercede por nosotros” (Rom 8,26).
ORACIÓN
Omnipotente y eterno Dios, que has condescendido para regenerarnos con
el agua y el Espíritu Santo, y nos has dado el perdón de todos los pecados,
permite enviar del cielo sobre nosotros los siete dones de tu Espíritu, el
Espíritu de Sabiduría y de Entendimiento, el Espíritu de Consejo y de
Fortaleza, el Espíritu de Conocimiento y de Piedad, y llénanos con el
Espíritu del Santo Temor. Amén.
Orar un Padre Nuestro y un Avemaría. Decir 7
veces Gloria.
ACTO DE CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO (Se reza diariamente durante la novena) De rodillas frente a la gran multitud de testigos celestiales me ofrezco, en alma y cuerpo, a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro la brillantez de tu Pureza, la inequívoca precisión de tu Justicia, y el poder de tu Amor. Tú eres la Fuerza y la Luz de mi alma. En Ti yo vivo, me muevo y soy. Deseo no contristarte nunca por la infidelidad a la gracia, y ruego con todo mi corazón apartarme del mínimo pecado contra Ti. Misericordiosamente cuida de mi íntimo pensamiento y concédeme que pueda siempre observar tu Luz, escuchar tu Voz, y seguir las inspiraciones de tu gracia. Yo me aferro a Ti y me entrego a Ti y te pido, por tu Compasión, que me cuides en mi debilidad. Sosteniendo los pies traspasados de Jesús y viendo sus Cinco Llagas, y confiando en su Preciosa Sangre y adorando su Costado y su Corazón Abierto, te imploro, Adorable Espíritu, Ayuda de mi enfermedad, mantenme en tu gracia, que nunca peque contra Ti. ¡Dame la gracia, Oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, de decirte siempre que sí en todo tiempo y lugar. "¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!". Amén. ORACIÓN POR LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO (Se reza diariamente durante la novena) Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor. Concédeme el Espíritu de Sabiduría para que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las cosas que son eternas, el Espíritu de Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad, el Espíritu de Consejo para que pueda siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo, el Espíritu de Fortaleza para que pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos que se opongan a mi salvación, el Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los santos, el Espíritu de Piedad para que pueda encontrar el servicio a Dios dulce y amable, y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo. Márcame, amado Señor, con la señal de tus verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con tu Espíritu. Amén.
SEGUNDO DÍA
¡Ven, Padre de los pobres. Ven, tesoros que sostienes.
Ven, Luz de todo lo que vive!
EL DON DEL TEMOR
El don del Santo Temor de Dios nos llena con un soberano respeto por Dios, y nos hace que a nada temamos más que a ofenderlo por el pecado. Es un temor que se eleva, no desde el pensamiento del infierno, sino del sentimiento de reverencia y filial sumisión a nuestro Padre Celestial. Es el temor principio de sabiduría, que nos aparta de los placeres mundanos que podrían de algún modo separarnos de Dios. “Los que temen al Señor tienen corazón dispuesto, y en su presencia se humillan” (Ecl 2,17).
ORACIÓN
¡Ven, Oh bendito Espíritu de Santo Temor, penetra en lo más íntimo de
mi corazón, que te tenga, mi Señor y Dios, ante mi rostro para siempre,
ayúdame a huir de todas las cosas que te puedan ofender y hazme merecedor
ante los ojos puros de tu Divina Majestad en el Cielo, donde Tú vives y
reinas en unidad de la siempre Bendita Trinidad, Dios en el mundo que no
tiene fin. Amén.
Orar un Padre Nuestro y un Avemaría. Decir 7
veces Gloria.
ACTO DE CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
De rodillas frente a la gran multitud de testigos celestiales me ofrezco, en alma y cuerpo, a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro la brillantez de tu Pureza, la inequívoca precisión de tu Justicia, y el poder de tu Amor. Tú eres la Fuerza y la Luz de mi alma. En Ti yo vivo, me muevo y soy. Deseo no contristarte nunca por la infidelidad a la gracia, y ruego con todo mi corazón apartarme del mínimo pecado contra Ti. Misericordiosamente cuida de mi íntimo pensamiento y concédeme que pueda siempre observar tu Luz, escuchar tu Voz, y seguir las inspiraciones de tu gracia. Yo me aferro a Ti y me entrego a Ti y te pido, por tu Compasión, que me cuides en mi debilidad. Sosteniendo los pies traspasados de Jesús y viendo sus Cinco Llagas, y confiando en su Preciosa Sangre y adorando su Costado y su Corazón Abierto, te imploro, Adorable Espíritu, Ayuda de mi enfermedad, mantenme en tu gracia, que nunca peque contra Ti. ¡Dame la gracia, Oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, de decirte siempre que sí en todo tiempo y lugar. "¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!". Amén. ORACIÓN POR LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor.
Concédeme el Espíritu de
Sabiduría para
que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las
cosas que son eternas, el Espíritu de
Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad, el Espíritu de Consejo para que pueda
siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo, el Espíritu de Fortaleza para que
pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos
que se opongan a mi salvación, el
Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí
mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los Santos, el Espíritu de Piedad para que pueda
encontrar el servicio a Dios dulce y amable, y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de
reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo.
Márcame, amado Señor, con la señal de tus
verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con tu Espíritu. Amén.
TERCER DÍA
Tú, de todos los consoladores el mejor, visitando el corazón turbado,
da la gracia de la placentera paz.
EL DON DE PIEDAD
El DON DE PIEDAD suscita en nuestros corazones una filial afección por Dios como nuestro amorosísimo Padre. Nos inspira, por amor a Él, a amar y respetar a las personas y cosas a Él consagradas, así como aquellos que están envestidos con su autoridad, su Santísima Madre y los Santos, la Iglesia y su cabeza visible, nuestros padres y superiores, nuestro país y sus gobernantes. Quien está lleno del don de Piedad no encuentra la práctica de la religión como deber pesado sino como deleitante servicio. Donde hay amor no hay trabajo.
ORACIÓN
Ven, Oh Bendito Espíritu de
Piedad, toma posesión de mi corazón. Enciende dentro mío tal amor por Dios
que encuentre satisfacción sólo en su servicio, y por amor a Él me someta
amorosamente a toda legítima autoridad. Amén.
Orar un Padre Nuestro y un Avemaría. Decir 7
veces Gloria.
ACTO DE CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO De rodillas frente a la gran multitud de testigos celestiales me ofrezco, en alma y cuerpo, a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro la brillantez de tu Pureza, la inequívoca precisión de tu Justicia, y el poder de tu Amor. Tú eres la Fuerza y la Luz de mi alma. En Ti yo vivo, me muevo y soy. Deseo no contristarte nunca por la infidelidad a la gracia, y ruego con todo mi corazón apartarme del mínimo pecado contra Ti. Misericordiosamente cuida de mi íntimo pensamiento y concédeme que pueda siempre observar tu Luz, escuchar tu Voz, y seguir las inspiraciones de tu gracia. Yo me aferro a Ti y me entrego a Ti y te pido, por tu Compasión, que me cuides en mi debilidad. Sosteniendo los pies traspasados de Jesús y viendo sus Cinco Llagas, y confiando en su Preciosa Sangre y adorando su Costado y su Corazón Abierto, te imploro, Adorable Espíritu, Ayuda de mi enfermedad, mantenme en tu gracia, que nunca peque contra Ti. ¡Dame la gracia, Oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, de decirte siempre que sí en todo tiempo y lugar. "¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!". Amén. ORACIÓN POR LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor.
Concédeme el Espíritu de
Sabiduría para
que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las
cosas que son eternas, el Espíritu de
Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad, el Espíritu de Consejo para que pueda
siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo, el Espíritu de Fortaleza para que
pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos
que se opongan a mi salvación, el
Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí
mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los Santos, el Espíritu de Piedad para que pueda
encontrar el servicio a Dios dulce y amable, y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de
reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo.
Márcame, amado Señor, con la señal de tus
verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con tu Espíritu. Amén.
CUARTO DÍA
Tú, en la fatiga dulce alivio, refresco placentero en el calor,
solaz en medio de la miseria.
EL DON DE FORTALEZA
Por el DON
DE FORTALEZA el alma se fortalece ante el miedo natural y soporta hasta
el final el desempeño de una obligación.
La fortaleza le imparte a la voluntad un impulso
y energía que la mueve a llevar a cabo, sin dudarlo, las tareas más arduas, a
enfrentar los peligros, a estar por encima del respeto humano, y a soportar
sin quejarse el lento martirio de la tribulación aún de toda una vida.
“El que persevere hasta el fin,
ese se salvará”(Mt 24,13).
ORACIÓN
Ven, Oh ESPÍRITU DE FORTALEZA,
alza mi alma en tiempo de turbación y adversidad, sosten mis esfuerzos de
santidad, fortalece mi debilidad, dame valor contra todos los asaltos de mis
enemigos, que nunca sea yo confundido y me separe de Ti, Oh mi Dios y mi
máximo Bien. Amén
Orar un Padre Nuestro y un Avemaría. Decir 7 veces Gloria.
ACTO DE CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
De rodillas frente a la gran multitud de testigos celestiales me ofrezco, en alma y cuerpo, a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro la brillantez de tu Pureza, la inequívoca precisión de tu Justicia, y el poder de tu Amor. Tú eres la Fuerza y la Luz de mi alma. En Ti yo vivo, me muevo y soy. Deseo no contristarte nunca por la infidelidad a la gracia, y ruego con todo mi corazón apartarme del mínimo pecado contra Ti. Misericordiosamente cuida de mi íntimo pensamiento y concédeme que pueda siempre observar tu Luz, escuchar tu Voz, y seguir las inspiraciones de tu gracia. Yo me aferro a Ti y me entrego a Ti y te pido, por tu Compasión, que me cuides en mi debilidad. Sosteniendo los pies traspasados de Jesús y viendo sus Cinco Llagas, y confiando en su Preciosa Sangre y adorando su Costado y su Corazón Abierto, te imploro, Adorable Espíritu, Ayuda de mi enfermedad, mantenme en tu gracia, que nunca peque contra Ti. ¡Dame la gracia, Oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, de decirte siempre que sí en todo tiempo y lugar. "¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!". Amén. ORACIÓN POR LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor.
Concédeme el Espíritu de
Sabiduría para
que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las
cosas que son eternas, el Espíritu de
Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad, el Espíritu de Consejo para que pueda
siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo, el Espíritu de Fortaleza para que
pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos
que se opongan a mi salvación, el
Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí
mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los Santos, el Espíritu de Piedad para que pueda
encontrar el servicio a Dios dulce y amable, y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de
reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo.
Márcame, amado Señor, con la señal de tus
verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con tu Espíritu. Amén.
QUINTO DÍA
¡Luz inmortal! ¡Divina Luz!
¡Visita estos corazones tuyos y
llena nuestro más íntimo ser!
EL DON DEL CONOCIMIENTO
El DON DEL
CONOCIMIENTO permite al alma darle a las cosas creadas su verdadero valor
en su relación con Dios.
El conocimiento desenmascara la simulación de las
creaturas, revela su vacuidad y hace notar sus verdaderos propósitos como
instrumentos al servicio de Dios.
Nos muestra el cuidado amoroso de Dios aún en la
adversidad, y nos lleva a glorificarlo en cada circunstancia de la vida.
Guiados por su luz damos prioridad a las cosas
que deben tenerla y apreciamos la amistad de Dios por encima de todo.
“El conocimiento es fuente de
vida para aquel que lo posee” (Prov 16,22).
ORACIÓN
Ven, Oh Bendito Espíritu de Conocimiento, y concédeme que pueda
percibir la voluntad del Padre; muéstrame la nulidad de las cosas de la
tierra,
que tenga idea de su vanidad y las use sólo para tu Gloria y mi propia
salvación, siempre por encima de ellas mirándote a Ti y tus premios eternos.
Amén.
Orar un Padrenuestro y un Avemaría.
Decir 7 veces Gloria.
ACTO DE CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO De rodillas frente a la gran multitud de testigos celestiales me ofrezco, en alma y cuerpo, a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro la brillantez de tu Pureza, la inequívoca precisión de tu Justicia, y el poder de tu Amor. Tú eres la Fuerza y la Luz de mi alma. En Ti yo vivo, me muevo y soy. Deseo no contristarte nunca por la infidelidad a la gracia, y ruego con todo mi corazón apartarme del mínimo pecado contra Ti. Misericordiosamente cuida de mi íntimo pensamiento y concédeme que pueda siempre observar tu Luz, escuchar tu Voz, y seguir las inspiraciones de tu gracia. Yo me aferro a Ti y me entrego a Ti y te pido, por tu Compasión, que me cuides en mi debilidad. Sosteniendo los pies traspasados de Jesús y viendo sus Cinco Llagas, y confiando en su Preciosa Sangre y adorando su Costado y su Corazón Abierto, te imploro, Adorable Espíritu, Ayuda de mi enfermedad, mantenme en tu gracia, que nunca peque contra Ti. ¡Dame la gracia, Oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, de decirte siempre que sí en todo tiempo y lugar. "¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!". Amén. ORACIÓN POR LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor.
Concédeme el Espíritu de
Sabiduría para
que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las
cosas que son eternas, el Espíritu de
Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad, el Espíritu de Consejo para que pueda
siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo, el Espíritu de Fortaleza para que
pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos
que se opongan a mi salvación, el
Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí
mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los Santos, el Espíritu de Piedad para que pueda
encontrar el servicio a Dios dulce y amable, y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de
reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo.
Márcame, amado Señor, con la señal de tus
verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con tu Espíritu. Amén.
SEXTO DÍA
Si tu apartas tu gracia, nada puro permanecerá en el hombre,
todo lo que es bueno se volverá enfermo.
EL DON DEL ENTENDIMIENTO
El ENTENDIMIENTO,
como Don del Santo Espíritu, nos ayuda a aferrar el significado de las
verdades de nuestra Santa Religión.
Por la fe las conocemos, pero por el
entendimiento aprendemos a apreciarlas y a apetecerlas. Nos permite penetrar
el profundo significado de las verdades reveladas y, a través de ellas,
avivar la novedad de la vida. Nuestra fe deja de ser estéril e inactiva e
inspira un modo de vida que da elocuente testimonio de la fe que hay en
nosotros. Comenzamos a “caminar
dignos de Dios en todas las cosas complaciendo y creciendo en el conocimiento
de Dios”.
ORACIÓN
Ven, Oh Espíritu de ENTENDIMIENTO, e ilumina nuestras mentes, que
podamos conocer y creer en todos los misterios de la salvación,
y que por fin podamos merecer ver la eterna luz en la Luz, y en la luz
de la gloria tener una clara visión de Ti y del Padre y del Hijo. Amén.
Orar un Padre Nuestro y un Avemaría. Decir 7 veces Gloria. ACTO DE CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO De rodillas frente a la gran multitud de testigos celestiales me ofrezco, en alma y cuerpo, a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro la brillantez de tu Pureza, la inequívoca precisión de tu Justicia, y el poder de tu Amor. Tú eres la Fuerza y la Luz de mi alma. En Ti yo vivo, me muevo y soy. Deseo no contristarte nunca por la infidelidad a la gracia, y ruego con todo mi corazón apartarme del mínimo pecado contra Ti. Misericordiosamente cuida de mi íntimo pensamiento y concédeme que pueda siempre observar tu Luz, escuchar tu Voz, y seguir las inspiraciones de tu gracia. Yo me aferro a Ti y me entrego a Ti y te pido, por tu Compasión, que me cuides en mi debilidad. Sosteniendo los pies traspasados de Jesús y viendo sus Cinco Llagas, y confiando en su Preciosa Sangre y adorando su Costado y su Corazón Abierto, te imploro, Adorable Espíritu, Ayuda de mi enfermedad, mantenme en tu gracia, que nunca peque contra Ti. ¡Dame la gracia, Oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, de decirte siempre que sí en todo tiempo y lugar. "¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!". Amén. ORACIÓN POR LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor.
Concédeme el Espíritu de
Sabiduría para
que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las
cosas que son eternas, el Espíritu de
Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad, el Espíritu de Consejo para que pueda
siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo, el Espíritu de Fortaleza para que
pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos
que se opongan a mi salvación, el
Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí
mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los Santos, el Espíritu de Piedad para que pueda
encontrar el servicio a Dios dulce y amable, y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de
reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo.
Márcame, amado Señor, con la señal de tus
verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con tu Espíritu. Amén.
SÉPTIMO DÍA
Sana nuestras heridas, renueva nuestra fuerza.
En nuestra aridez derrama tu rocío. Lava las manchas de la culpa.
EL DON DE CONSEJO
El DON DE
CONSEJO dota al alma de prudencia sobrenatural, permitiéndole juzgar con
prontitud y correctamente qué debe hacer, especialmente en circunstancias
difíciles. El Consejo aplica los principios dados por el Conocimiento y el
Entendimiento a los innumerables casos concretos que confrontamos en el curso
de nuestras diarias obligaciones en tanto padres, docentes, servidores
públicos y ciudadanos cristianos. El Consejo es sentido común sobrenatural,
un tesoro invalorable en el tema de la salvación.
“Y por encima de todo esto,
suplica al Altísimo para que
enderece tu camino en la
verdad” (Ecl 37,15).
ORACIÓN
Ven, Oh ESPÍRITU DE CONSEJO, ayúdame y guíame en todos mis caminos
para que siempre haga tu Santa Voluntad. Inclina mi corazón a aquello que es
bueno, apártame de todo lo que es malo y dirígeme por el sendero recto de tus
Mandamientos a la meta de la vida eterna que yo anhelo. Amén.
Orar un Padre Nuestro y un Avemaría. Decir 7 veces Gloria. ACTO DE CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO De rodillas frente a la gran multitud de testigos celestiales me ofrezco, en alma y cuerpo, a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro la brillantez de tu Pureza, la inequívoca precisión de tu Justicia, y el poder de tu Amor. Tú eres la Fuerza y la Luz de mi alma. En Ti yo vivo, me muevo y soy. Deseo no contristarte nunca por la infidelidad a la gracia, y ruego con todo mi corazón apartarme del mínimo pecado contra Ti. Misericordiosamente cuida de mi íntimo pensamiento y concédeme que pueda siempre observar tu Luz, escuchar tu Voz, y seguir las inspiraciones de tu gracia. Yo me aferro a Ti y me entrego a Ti y te pido, por tu Compasión, que me cuides en mi debilidad. Sosteniendo los pies traspasados de Jesús y viendo sus Cinco Llagas, y confiando en su Preciosa Sangre y adorando su Costado y su Corazón Abierto, te imploro, Adorable Espíritu, Ayuda de mi enfermedad, mantenme en tu gracia, que nunca peque contra Ti. ¡Dame la gracia, Oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, de decirte siempre que sí en todo tiempo y lugar. "¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!". Amén. ORACIÓN POR LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor.
Concédeme el Espíritu de
Sabiduría para
que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las
cosas que son eternas, el Espíritu de
Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad, el Espíritu de Consejo para que pueda
siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo, el Espíritu de Fortaleza para que
pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos
que se opongan a mi salvación, el
Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí
mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los Santos, el Espíritu de Piedad para que pueda
encontrar el servicio a Dios dulce y amable, y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de
reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo.
Márcame, amado Señor, con la señal de tus
verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con tu Espíritu. Amén.
OCTAVO DÍA
Dobla la voluntad y el corazón obstinado, funde lo que está helado,
calienta lo que está frío. Guía los pasos que se han desviado!
EL DON DE SABIDURÍA
Abarcando a todos los otros dones, como la
caridad abraza a todas las otras virtudes, la Sabiduría es el más perfecto de
los dones. De la Sabiduría está escrito: “todo
lo bueno vino a mí con Ella, y riquezas innumerables me llegaron a través de
sus manos”.
Es el DON
DE LA SABIDURÍA el que fortalece nuestra fe, fortifica la esperanza,
perfecciona la caridad y promueve la práctica de la virtud en el más alto
grado.
La SABIDURÍA ilumina la mente para discernir y
apreciar las cosas de Dios, ante las cuales los gozos de la tierra pierden su
sabor, mientras la Cruz de Cristo produce una divina dulzura, de acuerdo a
las palabras del Salvador: “Toma tu
cruz y sígueme, porque mi yugo es dulce y mi carga ligera”.
ORACIÓN
Ven, Oh Espíritu de Sabiduría y revela a mi alma los misterios de las
cosas celestiales, su enorme grandeza, poder y belleza. Enséñame a amarlas
sobre todo y por encima de todos los gozos pasajeros y las satisfacciones de
la tierra. Ayúdame a conseguirlas y a poseerlas para siempre. Amén.
Orar un Padre Nuestro y un Avemaría. Decir 7 veces Gloria. ACTO DE CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO De rodillas frente a la gran multitud de testigos celestiales me ofrezco, en alma y cuerpo, a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro la brillantez de tu Pureza, la inequívoca precisión de tu Justicia, y el poder de tu Amor. Tú eres la Fuerza y la Luz de mi alma. En Ti yo vivo, me muevo y soy. Deseo no contristarte nunca por la infidelidad a la gracia, y ruego con todo mi corazón apartarme del mínimo pecado contra Ti. Misericordiosamente cuida de mi íntimo pensamiento y concédeme que pueda siempre observar tu Luz, escuchar tu Voz, y seguir las inspiraciones de tu gracia. Yo me aferro a Ti y me entrego a Ti y te pido, por tu Compasión, que me cuides en mi debilidad. Sosteniendo los pies traspasados de Jesús y viendo sus Cinco Llagas, y confiando en su Preciosa Sangre y adorando su Costado y su Corazón Abierto, te imploro, Adorable Espíritu, Ayuda de mi enfermedad, mantenme en tu gracia, que nunca peque contra Ti. ¡Dame la gracia, Oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, de decirte siempre que sí en todo tiempo y lugar. "¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!". Amén. ORACIÓN POR LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor.
Concédeme el Espíritu de
Sabiduría para
que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las
cosas que son eternas, el Espíritu de
Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad, el Espíritu de Consejo para que pueda
siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo, el Espíritu de Fortaleza para que
pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos
que se opongan a mi salvación, el
Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí
mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los Santos, el Espíritu de Piedad para que pueda
encontrar el servicio a Dios dulce y amable, y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de
reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo.
Márcame, amado Señor, con la señal de tus
verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con tu Espíritu. Amén.
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NOVENO DÍA
Tú, en aquellos que siempre más te confiesan y te adoran, en tus siete
dones, desciende. Dales alivio en la muerte. Dales vida Contigo en las alturas.
Dale los gozos que no tienen fin. Amén.
LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO
Los dones del Espíritu Santo perfeccionan las virtudes sobrenaturales al
permitirnos practicarlas con mayor docilidad a la divina inspiración. A medida
que crecemos en el conocimiento y en el amor de Dios, bajo la dirección del
Santo Espíritu, nuestro servicio se torna más sincero y generoso y la práctica
de las virtudes más perfecta. Tales actos de virtudes dejan el corazón lleno de
alegría y consolación y son conocidos como frutos del Espíritu Santo. Estos
frutos, a su vez, hacen la práctica de las virtudes más activa y se vuelven un
poderoso incentivo para esfuerzos aún mayores en el servicio de Dios.
ORACIÓN
Ven, Oh Divino Espíritu, llena mi corazón con tus frutos celestiales:
caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.
Que nunca esté yo cansado en el servicio de Dios sino que, por continua y fiel
sumisión a tu inspiración, merezca estar eternamente unido Contigo, en el amor
del Padre y del Hijo. Amén.
Orar un Padre Nuestro y un Avemaría. Decir 7 veces Gloria.
ACTO DE CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
De rodillas frente a la gran multitud de testigos celestiales me ofrezco, en alma y cuerpo, a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro la brillantez de tu Pureza, la inequívoca precisión de tu Justicia, y el poder de tu Amor. Tú eres la Fuerza y la Luz de mi alma. En Ti yo vivo, me muevo y soy. Deseo no contristarte nunca por la infidelidad a la gracia, y ruego con todo mi corazón apartarme del mínimo pecado contra Ti. Misericordiosamente cuida de mi íntimo pensamiento y concédeme que pueda siempre observar tu Luz, escuchar tu Voz, y seguir las inspiraciones de tu gracia. Yo me aferro a Ti y me entrego a Ti y te pido, por tu Compasión, que me cuides en mi debilidad. Sosteniendo los pies traspasados de Jesús y viendo sus Cinco Llagas, y confiando en su Preciosa Sangre y adorando su Costado y su Corazón Abierto, te imploro, Adorable Espíritu, Ayuda de mi enfermedad, mantenme en tu gracia, que nunca peque contra Ti. ¡Dame la gracia, Oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, de decirte siempre que sí en todo tiempo y lugar. "¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!". Amén.
ORACIÓN POR LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO
Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor.
Concédeme el Espíritu de
Sabiduría para que
pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las cosas
que son eternas, el Espíritu de
Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad, el Espíritu de Consejo para que pueda
siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo, el Espíritu de Fortaleza para que pueda
llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos que se
opongan a mi salvación, el Espíritu de
Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí mismo y crecer
en la perfección de la ciencia de los Santos, el Espíritu de Piedad para que pueda encontrar el servicio a Dios
dulce y amable, y el Espíritu de Temor
de Dios para que pueda ser lleno de reverencia amorosa hacia Dios y que
tema en cualquier modo disgustarlo.
Márcame, amado Señor, con la señal de tus verdaderos discípulos y
anímame en todas las cosas con tu Espíritu. Amén.
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