VATICANO, 11
Feb. 13 / 07:28 am (ACI/EWTN Noticias).-
En una sorprendente e
histórica decisión, el Papa Benedicto XVI anunció hoy su renuncia debido a su
avanzada edad (cumplirá 86 años en abril) por lo que, dijo, ya no tiene fuerzas
para ejercer de forma adecuada el ministerio petrino. El Santo Padre indicó que
desde el 28 de febrero de este año, a partir de las 8:00 p.m. (hora local),
"la sede de Pedro quedará vacante".
En una
decisión que sólo él conocía, ajena al resto de la Curia romana y con
"plena libertad", el Pontífice anunció su renuncia durante el Consistorio público para las canonizaciones de
los 800 mártires de Otranto, la Madre Laura, la primera santa colombiana, y la
Madre Lupita, de México.
Durante el
Consistorio de esta mañana, el Papa anunció esta "decisión de gran
importancia para la vida de la Iglesia".
El Decano
del Colegio Cardenalicio y por años Secretario de
Estado del Vaticano durante el Pontificado de Juan
Pablo II, Cardenal Angelo Sodano, en unas emotivas palabras
luego del anuncio dijo: "estamos incrédulos ante sus palabras… En nombre
de todos nosotros los cardenales, estamos cercanos s usted en este
momento como lo hemos estado en estos 8 luminosos años de su pontificado".
"Recuerdo
sus palabras cuando aceptó su elección como Papa (…) hasta antes del 28 de
febrero tendremos tiempo para expresarle nuestro amor y afecto por usted y su
pontificado como seguro lo hará todo el mundo".
A
continuación reproducimos el texto completo del anuncio realizado por el Papa Benedicto XVI esta mañana:
"Queridísimos
hermanos,
Os he
convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización,
sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de
la Iglesia.
Después de
haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza
de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el
ministerio petrino.
Soy muy
consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser
llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor
grado sufriendo y rezando.
Sin embargo,
en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones
de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y
anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del
espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que
he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue
encomendado.
Por esto,
siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro
que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue
confiado por medio de los Cardenales
el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las
20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá
ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la
elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos
hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que
habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis
defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro
Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su
materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice.
Por lo que a
mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa
Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.
Vaticano, 10
de febrero 2013
BENEDICTUS
PP. XVI".
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