¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

sábado, 5 de diciembre de 2020

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE CON APARICIONES EMPERATRIZ DE AMÉRICA PATRONA DE LAS VOCACIONES PRIMER DÍA, 03 DE DICIEMBRE

 “Por la señal + de la Santa Cruz, de nuestros + enemigos, líbranos Señor + Dios Nuestro. En el Nombre + del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.

  ACTO DE CONTRICIÓN:

 Nos ponemos en presencia de Dios y para que la oración llegue al Cielo, pedimos humildemente perdón al Señor por nuestras faltas (silencio…) y decimos:

 “Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón por haberos ofendido – Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí – pero mucho más me pesa – porque pecando ofendí a un Dios tan bueno – y tan grande como Vos. – Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente  no pecar más – y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén”.

ORACIÓN INICIAL

 h Virgen de Guadalupe, Madre de Dios y Madre nuestra, que te dignaste hablar a tu siervo Juan Diego con estas tiernas palabras: “Hijito mío, que no se turbe tu corazón... No temas... ¿No estoy aquí Yo que soy tu Madre? ¡No estás acaso bajo mi protección y amparo?”  Llenos, pues de confianza con estas palabras venimos hoy a tus plantas para pedirte que nos concedas todas  las gracias que necesitamos y que deseamos obtener de tu bondad en esta novena.

 REFLEXIÓN

 El sábado 9 de diciembre de 1531 iba Juan Diego, como de costumbre, desde Cuauhtitlán a Tlaltelolco, cerca de la ciudad de México, para asistir a la misa sabatina de la Inmaculada y también a la doctrina que se impartía en el templo ahí establecido.  Al pasar muy de madrugada por el cerrillo llamado Tepeyac oyó de pronto un coro de cantos muy suaves y deleitosos, como  venidos de otro mundo y, en seguida, una voz melodiosa que le llamaba afectuosamente: “Juanito, Juan Dieguito”... Corrió inmediatamente hacia el lugar de donde parecía salir la voz.  Y allí estaba.  Era la Virgen María que venía de parte de Dios, con un mensaje para nuestro pueblo y que Juan Diego fue el primero en recibir con fe y amor.  Dios sigue llamándonos también a nosotros por  medio de la Virgen de Guadalupe.  Respondamos con generosidad  a su llamado.

 ACLAMACIONES A LA VIRGEN DE GUADALUPE

Aclamemos con amor a nuestra Madre de Guadalupe  pidiéndole  también  su ayuda:

 -Bendita seas, oh Virgen de Guadalupe, porque nos regalaste tu propia imagen y quisiste quedarte con nosotros para ser nuestro modelo y conducirnos a Cristo, Camino, Verdad y Vida para todos los hombres.- Ave María.

 -Bendita seas, oh Virgen de Guadalupe, porque quisiste quedarte en medio de nosotros para demostrarnos todo tu amor y compasión y ser nuestro auxilio y defensa en todas nuestras necesidades.- Ave María.

 -Bendita seas, oh Virgen de Guadalupe, porque quisiste quedarte con nosotros para ser nuestra piadosa Madre, oír nuestros lamentos y remediar todas nuestras miserias, penas y dolores.-  Ave María.

SÚPLICA FINAL

Oh Virgen de Guadalupe, “Madre del verdadero Dios por quien se vive”, aquí estamos a tus pies para recordarte una vez más la gran promesa que hiciste a tu siervo Juan Diego de escuchar siempre nuestras súplicas y remediar todas nuestras necesidades.  Te rogamos pues, Madre nuestra, que seamos fieles a nuestra fe y la vivamos; que en cada uno de nosotros reine  siempre  Cristo  y  lo  sigamos;  que haya paz en nuestras familias; que puedan ver la eficacia de tu misericordia  todos  los  que, en  medio de  sus  sufrimientos, se encomiendan a Ti; que imitemos fielmente todas tus virtudes; que crezca constantemente nuestro amor y confianza en Ti; y que, por fin, nos alcances de Dios lo que especialmente queremos conseguir de tu bondad en esta  novena.   Así sea

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