2016-08-18
Ahora su misión es contar por todo el mundo que hay un genocidio en marcha contra los cristianos de Oriente Medio.
Lo sabe porque vivió en Alepo tres años y medio y presenció el asesinato
sistemático de las personas de su parroquia, por el simple hecho de ser
cristianos.
P.
RODRIGO MIRANDA
Sacerdote,
Instituto del Verbo Encarnado
"La experiencia es extrema. Ninguna persona en el mundo está
preparada para una guerra, independientemente de las causas. Ves cómo la población
entera va desapareciendo, toda la estructura material va desapareciendo, los
crímenes atroces que se cometen, y a nosotros particularmente nos toca mucho el
genocidio contra las comunidades cristianas. Es un verdadero y documentado
genocidio”.
El padre Rodrigo Miranda llegó a Siria pocos meses antes del comienzo de
la guerra, en 2011. Allí ha vivido bajo las bombas como un sirio más sin
abandonar a la comunidad que le fue confiada.
P.
RODRIGO MIRANDA
Sacerdote,
Instituto del Verbo Encarnado
"Yo siempre digo que aprendí a ser sacerdote en Siria. Puse una
frase el día de mi ordenación sacerdotal, en el recuerdo que entregamos, y es:
"Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos”. Esa
frase la viví realmente en Siria cuando literalmente tenía que dar la vida, en
todos los sentidos”.
Como testigo del estallido de la guerra, asegura con contundencia que es
un conflicto importado, que no nació de la sociedad siria. Dice que, si bien el
gobierno sirio también cometía atrocidades, nada hacía presagiar una guerra tan
cruda como la que desde hace más de 5 años asola el país.
Según algunas fuentes, han muerto bajo las bombas más
de 470.000 personas. Muchas otras han resultado heridas o sufrirán
secuelas psicológicas de por vida.
P.
RODRIGO MIRANDA
Sacerdote,
Instituto del Verbo Encarnado
"Buscar recursos y benefactores para reconstruir un país es posible
y por tanto es posible reconstruir un país al menos en estructura pero el
problema es otro: ¿quién reconstruye un alma?”
El islamismo radical, representado en su extremo más sangriento por el
Daesh, persigue sin descanso a las minorías religiosas. En Siria los cristianos
padecen este calvario, desde antes incluso de la llegada del ISIS, ante la
pasividad de la Comunidad Internacional. El padre Miranda asegura que los
cristianos se sienten además abandonados por la propia Iglesia.
P.
RODRIGO MIRANDA
Sacerdote,
Instituto del Verbo Encarnado
"Experimentan dolor y abandono de parte de algunas personas y de
parte de comunidades dentro de la Iglesia. Esperan más de nosotros. Son nuestro
prójimo. Es un hermano que se muere, es el mismo cuerpo místico de Cristo que
sufre”.
Para agravar este sufrimiento, la Unión Europea ha prorrogado un año más
el embargo al gobierno de al-Assad que, en la práctica repercute en los civiles
privándolos de lo básico como medicinas o alimentos.
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