¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

sábado, 4 de julio de 2015

SANTO ROSARIO A LA VIRGEN DEL CARMEN, MIÉRCOLES Y DOMINGOS, MISTERIOS GLORIOSOS

Los Misterios Gloriosos nos recuerdan el triunfo de Nuestro Señor Jesucristo sobre la muerte: su Resurrección, el inicio de la Iglesia y la glorificación de María su Santísima Madre.

COMO REZAR EL SANTO ROSARIO
Para recitar el Rosario con verdadero provecho se debe estar en estado de gracia o por lo menos tener la firme resolución de renunciar al pecado.

ORACIÓN INICIAL:

Virgen del Carmen, seguimos transitando el camino de la plegaria y
la reflexión hacia una meta, la de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para redescubrirte cada día en el Misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios y como Madre Espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia cristiana desde el Bautismo hasta la plenitud que es Cristo.

Rosa del Carmelo perfúmanos en alma y cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos.
Estrella del mar, conduce nuestra barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la Patria.
Reina del cielo, que un día, junto a ti, gocemos de una eternidad para proclamar la grandeza del Señor porque el Poderoso hizo en ti maravillas. Amén.

Hacemos un minuto de silencio y elevamos al Señor nuestra acción de gracias por todos los beneficios recibidos de su generosidad y depositamos con confianza a los pies de nuestra Madre Santísima, todas nuestras intenciones particulares, familiares, amigos y bienhechores, uniéndonos a las intenciones de esta comunidad, por quienes confían en nuestras oraciones y por aquellos que rezan por nosotros.

Meditemos con los Ojos de María estos Sagrados Misterios

1. Mientras se sostiene el Crucifijo hacer la Señal de la Cruz y luego recitar el Credo.

CREDO DE LOS APOSTOLES

Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, y en Jesucristo su Único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos, está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la Comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne, y en la vida eterna. Amén.

2. En la primera cuenta grande recitar un Padre Nuestro

EL PADRE NUESTRO
 
Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu Reino; hágase Tu Voluntad, así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.

3. En cada una de las tres siguientes cuentas pequeñas recitar un Ave María.

EL AVE MARÍA
 
Dios te salve María, llena eres de Gracia, El Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. 
Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

4. Recitar un Gloria antes de la siguiente cuenta grande.

EL GLORIA

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
 Como era en el principio, es ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Finalizamos cada misterio diciendo:

"Flor del Carmelo, viña florida, esplendor del cielo, Virgen sin mancilla,
singular Madre cariñosa, intacta de hombre,
 a los carmelitas proteja tu nombre, Estrella del Mar.

Anunciar el Primer Misterio del Rosario

Primer Misterio:   LA RESURRECCIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO:
Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha,
vestido con una túnica blanca. Ellas quedaron sorprendidas, pero él les dijo: “No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado.
Ha resucitado, no está aquí. (Mc. 16, 5-6)

PETICIÓN:

VIRGEN DEL CARMEN: al meditar la escena en el huerto de los olivos
 te pedimos la gracia de aceptar la voluntad del Padre como Tú lo hiciste. 
Fruto: Contrición.

6. Recitar un Padre Nuestro en la siguiente cuenta grande.

7. En cada una de las diez siguientes cuentas pequeñas (una década) recitar un Ave María mientras se reflexiona en el misterio; 

8. Luego, recitar un Gloria y las siguientes JACULATORIAS, dadas por la Virgen María en Fátima:

"María es Madre de gracia y Madre de Misericordia …
En la vida y en muerte ampáranos  Madre Nuestra".

"Oh mi buen Jesús, perdona nuestros pecados:
líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a  todas las  almas,
especialmente las más necesitadas de Tu Misericordia." 

9. Anunciar el Segundo Misterio del Rosario

Segundo Misterio:  LA ASCENSIÓN DE NUESTRO SEÑOR A LOS CIELOS: “Ustedes son testigos de todo esto. Y Yo les enviaré lo que mi Padre les ha prometido. Permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos con la fuerza que viene de lo alto”. Después Jesús los llevó hasta las proximidades de Betania y, elevando sus manos, los bendijo. Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo”. (Lc. 24, 48-51)

PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN: que fuiste figurada en una nube por el profeta Elías, 
que con su lluvia fecundaste copiosamente la tierra, te pedimos que nos alcances de Tu Hijo copiosas lluvias de bendiciones en auxilio para nuestras almas. 
Fruto: esperanza y ansia del cielo.

10.  En cada una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:  recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, el Gloria mientras y las Jaculatorias.

11.  Anunciar el  Tercer Misterio del Rosario

Tercer Misterio:   LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO SOBRE MARÍA SANTÍSIMA Y SOBRE LOS APÓSTOLES: “Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido semejante a una ráfaga de viento que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego,
que descendieron por separado sobre cada uno de ellos.
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo”.
(Hechos 2, 1-4)

PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN: la humillación de Tu Hijo es la sabía pedagogía de Dios, teniendo en cuenta que por este camino de contrariedad, nos lleva a enfrentar el dolor y ofrecérselo a Él.
 Fruto: Mortificación del espíritu o humildad

12.  En cada una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:  recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, el Gloria y las Jaculatorias.

13.  Anunciar el  Cuarto Misterio del Rosario 

Cuarto Misterio:  LA ASUNCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA A LOS CIELOS: “Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de culpa original, terminado el decurso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial (Lumen Gentium Cap. VIII 59)

PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN:  te pedimos que siempre estés cerca de nosotros para protegemos y asistimos en el momento de nuestra muerte. 
Fruto: devoción a María

14.  En cada una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:  recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, rezar el Gloria  y las Jaculatorias.

15.  Anunciar el  Quinto Misterio del Rosario

Quinto Misterio:  LA CORONACIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA COMO REINA UNIVERSAL DE TODO LO CREADO: “...Y ensalzada por el Señor como Reina universal con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte”. (Lumen Gentium Cap. VIII 59)

PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN: Tu que fuiste ensalzada como Reina del Universo,
 a semejanza de Tu Hijo concédenos a nosotros,  tus hijos peregrinos de este mundo, Tu protección maternal y que un día todos gocemos contigo
 la alegría del Reino. 
 Fruto: confianza en María.

16.  En cada una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:  recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, rezar el Gloria  y las Jaculatorias.

17. Cuando se ha concluido el quinto misterio el Rosario suele terminarse con el rezo de la Salve
LA SALVE
 
Dios te salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia, Vida y dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A Ti suplicamos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra. Vuelve a nosotros esos Tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de Tu vientre. ¡Oh clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! 
L. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios
R. para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén." 

Luego podemos rezar:

Bendita sea Tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza, a Tí Celestial Princesa, oh Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en éste día, alma, vida y corazón, míranos con compasión, no nos dejes Madre mía y danos Tu Bendición, que sea la del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Amén.


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