Los
Misterios Gloriosos nos recuerdan el triunfo de Nuestro Señor Jesucristo sobre
la muerte: su Resurrección, el inicio de la Iglesia y la glorificación de María
su Santísima Madre.
COMO REZAR EL SANTO ROSARIO
Para recitar el Rosario con verdadero provecho se debe estar en estado
de gracia o por lo menos tener la firme resolución de renunciar al pecado.
ORACIÓN INICIAL:
Virgen del Carmen, seguimos transitando el
camino de la plegaria y
la reflexión hacia una
meta, la de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la Luz, para
redescubrirte cada día en el Misterio de Cristo y de la Iglesia. Haz que, a
través de la experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen
orante que nos enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios y
como Madre Espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia
cristiana desde el Bautismo hasta la plenitud que es Cristo.
Rosa del Carmelo perfúmanos en alma y
cuerpo, para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos.
Estrella del mar, conduce nuestra
barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la
Patria.
Reina del cielo, que un día, junto a ti,
gocemos de una eternidad para proclamar la grandeza del Señor porque el
Poderoso hizo en ti maravillas. Amén.
Hacemos un minuto de silencio y elevamos al Señor nuestra acción de
gracias por todos los beneficios recibidos de su generosidad y depositamos con
confianza a los pies de nuestra Madre Santísima, todas nuestras intenciones
particulares, familiares, amigos y bienhechores, uniéndonos a las intenciones
de esta comunidad, por quienes confían en nuestras oraciones y por aquellos que
rezan por nosotros.
Meditemos con los Ojos de María estos Sagrados Misterios
1. Mientras se sostiene el Crucifijo
hacer la Señal de la Cruz y luego recitar el Credo.
CREDO DE LOS APOSTOLES
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, y en Jesucristo su Único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos, está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la Comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne, y en la vida eterna. Amén.
2. En la primera cuenta grande
recitar un Padre Nuestro
EL PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu Reino; hágase Tu Voluntad, así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y
líbranos del mal. Amén.
3. En cada una de las tres
siguientes cuentas pequeñas recitar un Ave María.
EL AVE MARÍA
Dios te salve María, llena eres de Gracia, El Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
4. Recitar un Gloria antes de la
siguiente cuenta grande.
EL GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, es ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Finalizamos cada misterio diciendo:
"Flor del Carmelo, viña florida, esplendor del cielo, Virgen sin mancilla,
singular Madre cariñosa,
intacta de hombre,
a los carmelitas
proteja tu nombre, Estrella del Mar.
Anunciar
el Primer Misterio del Rosario
Primer Misterio:
LA RESURRECCIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO:
Al entrar al sepulcro,
vieron a un joven sentado a la derecha,
vestido con una túnica
blanca. Ellas quedaron sorprendidas, pero él les dijo: “No teman. Ustedes
buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado.
Ha resucitado, no está
aquí. (Mc. 16,
5-6)
PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN: al meditar la escena en el huerto de los olivos
te pedimos la
gracia de aceptar la voluntad del Padre como Tú lo hiciste.
Fruto: Contrición.
6. Recitar un Padre Nuestro en la
siguiente cuenta grande.
7. En cada una de las diez
siguientes cuentas pequeñas (una década) recitar un Ave María mientras se
reflexiona en el misterio;
8. Luego, recitar un Gloria y las
siguientes JACULATORIAS, dadas por la Virgen María en Fátima:
"María es Madre de gracia y Madre de
Misericordia …
En la vida y en muerte ampáranos Madre
Nuestra".
"Oh
mi buen Jesús, perdona nuestros pecados:
líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo
a todas las almas,
especialmente las más necesitadas de Tu
Misericordia."
9. Anunciar el Segundo Misterio del
Rosario
Segundo
Misterio: LA ASCENSIÓN DE NUESTRO SEÑOR A LOS CIELOS: “Ustedes
son testigos de todo esto. Y Yo les enviaré lo que mi Padre les ha prometido.
Permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos con la fuerza que viene de
lo alto”. Después Jesús los llevó hasta las proximidades de Betania y, elevando
sus manos, los bendijo. Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado
al cielo”. (Lc. 24, 48-51)
PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN: que
fuiste figurada en una nube por el profeta Elías,
que con su lluvia
fecundaste copiosamente la tierra, te
pedimos que nos alcances de Tu Hijo copiosas lluvias de bendiciones en auxilio para nuestras almas.
Fruto: esperanza y ansia del cielo.
10.
En cada
una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:
recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, el
Gloria mientras y las Jaculatorias.
11.
Anunciar
el Tercer Misterio del Rosario
Tercer Misterio: LA
VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO SOBRE MARÍA SANTÍSIMA Y SOBRE LOS APÓSTOLES: “Al
llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De
pronto, vino del cielo un ruido semejante a una ráfaga de viento que resonó en
toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como
de fuego,
que descendieron por
separado sobre cada uno de ellos.
Todos quedaron llenos del
Espíritu Santo”.
(Hechos 2, 1-4)
PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN: la humillación de Tu Hijo es la sabía pedagogía de Dios, teniendo
en cuenta que por este camino de contrariedad, nos
lleva a enfrentar el dolor y ofrecérselo a Él.
Fruto:
Mortificación del espíritu o humildad
12.
En cada una
de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:
recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, el
Gloria y las Jaculatorias.
13.
Anunciar
el Cuarto Misterio del Rosario
Cuarto Misterio: LA ASUNCIÓN
DE MARÍA SANTÍSIMA A LOS CIELOS: “Finalmente, la Virgen
Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de culpa original, terminado el
decurso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial
(Lumen Gentium Cap. VIII 59)
PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN: te pedimos que siempre
estés cerca de nosotros para protegemos y asistimos
en el momento de nuestra muerte.
Fruto: devoción a María
14.
En cada
una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:
recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio,
rezar el Gloria y las Jaculatorias.
15.
Anunciar
el Quinto Misterio del Rosario
Quinto Misterio: LA
CORONACIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA COMO REINA UNIVERSAL DE TODO LO CREADO: “...Y ensalzada por el Señor como Reina
universal con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de
los señores y vencedor del pecado y de la muerte”. (Lumen
Gentium Cap. VIII 59)
PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN: Tu que fuiste ensalzada como Reina del Universo,
a semejanza de Tu
Hijo concédenos a nosotros, tus
hijos peregrinos de este mundo, Tu protección maternal y que un día todos
gocemos contigo
la alegría del
Reino.
Fruto: confianza en María.
16.
En cada
una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:
recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio,
rezar el Gloria y las Jaculatorias.
17. Cuando se ha concluido el quinto
misterio el Rosario suele terminarse con el rezo de la Salve
LA SALVE
Dios te salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia, Vida y dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A Ti suplicamos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra. Vuelve a nosotros esos Tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de Tu vientre. ¡Oh clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!
L. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios
R. para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén."
R. para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén."
Luego podemos rezar:
Bendita sea Tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza, a Tí Celestial Princesa, oh Virgen Sagrada María, yo
te ofrezco en éste día, alma, vida y corazón, míranos con compasión, no nos
dejes Madre mía y danos Tu Bendición, que sea la del Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo.
Amén.
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