ORACIÓN INICIAL PARA
TODOS LOS DÍAS
Oh Jesús, buen
Pastor, acoge nuestra alabanza y
nuestro humilde
agradecimiento por todas las Vocaciones
que mediante tu
Espíritu, regalas a Tu Iglesia. asiste a los Obispos, Presbíteros, Misioneros y
a todas las personas consagradas; Haz que den ejemplo de vida auténticamente Evangélica. Da fortaleza y
perseverancia en su propósito
A aquellos que se
preparan al Sagrado Ministerio y a la Vida consagrada. Multiplica los
evangelizadores para Anunciar Tú Nombre a todas las gentes. Protege a todos los jóvenes de nuestras
familias y comunidades: concédeles prontitud y generosidad para seguirte. Vuelve también hoy Tu mirada sobre ellos y
llámalos, concede a todos los llamados la fuerza de abandonar todo para
elegirte solo a Ti que eres el amor.
Perdona la no correspondencia y las infidelidades de aquellos que has
escogido. Escucha, Oh Cristo, nuestras
preces por intercesión de María Santísima, Madre tuya y Reina de los Apóstoles.
Ella, que por haber
creído y respondido generosamente, es la causa de nuestra alegría, acompaña con
su presencia y su ejemplo a aquellos que llamas al servicio total de tu Reino.
Amén.
(Beato Juan Pablo II)
DÍA TERCERO:
“Dirás a los pastores: Así dice
el Señor Yahvé: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismo! ¿No
deben los pastores apacentar al rebaño? Vosotros os habéis tomado la leche, os habéis
vestido con la lana, habéis sacrificado a las ovejas más débiles; no habéis
apacentado al rebaño”
(Ezequiel 34, 2-3)
REFLEXIÓN:
Señor
Jesús, Tú eres nuestro PASTOR, que has querido guiar a tu pueblo por medio de
los pastores, infunde en tu iglesia el Espíritu de entrega y fortaleza para que
surjan dignos servidores de tu altar y testigos fieles del Evangelio. Te pedimos por cada uno de ellos para que
cumplan a cabalidad con la misión que les has encomendado de guiar tu rebaño
por las sendas del amor y del bien.
Atrae a
aquellos que sean apartado de Ti y no apacientan el rebaño con fidelidad y
rectitud. Amén.
PADRENUESTRO:
“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre –
venga a nosotros tu Reino – hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal. Amén”.
EL GLORIA:
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, es
ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.
COMPROMISO:
Hoy voy a
pedir de manera especial por el Párroco de mi Parroquia, para el Señor Buen
Pastor, lo ilumine en su labor a cargo de la Parroquia.
Leeré en
oración el Salmo 06.
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