"El camino para penetrar en los
sufrimientos del Hijo
es penetrar en los sufrimientos de la Madre. "
Practicamos esta devoción rezando, todos los días,
siete veces el Avemaría mientras meditamos los siete dolores de María (un
Avemaría en cada dolor).
María quiere que meditemos en sus dolores.
Por eso al rezar cada Avemaría es muy importante
que cerrando nuestros ojos y poniéndonos a su lado, tratemos de vivir con
nuestro corazón lo que experimentó su Corazón de Madre tierna y pura en cada
uno de esos momentos tan dolorosos de su vida. Si lo hacemos vamos a ir
descubriendo los frutos buenos de esta devoción: empezaremos a vivir nuestros
dolores de una manera distinta y le iremos respondiendo al Señor como Ella lo
hizo.
Comprenderemos que el dolor tiene un sentido, pues
ni a la misma Virgen María, la Madre “tres veces admirable”, por ser Hija de
Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa de Dios Espíritu Santo, Dios la libró
del mismo.
Si María, que no tenía culpa alguna, experimentó el
dolor, ¿por qué no nosotros?
Modo de practicar esta devoción:
1er Dolor
LA PROFECÍA DEL ANCIANO SIMEÓN
EN LA PRESENTACIÓN
DEL NIÑO JESÚS. (Lc. 2, 22-35)
VIRGEN MARÍA: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención como corredentora sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor. . .
VIRGEN MARÍA: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención como corredentora sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor. . .
Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos
tuyos y sepamos imitar tus virtudes.
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...
2º Dolor
LA HUIDA A EGIPTO CON JESÚS Y JOSÉ. (Mt.
2, 13-15)
VIRGEN MARÍA: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de nacer, ya era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor . . .
Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir
siempre de las tentaciones del demonio.
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...
3er Dolor
LA PÉRDIDA DEL NIÑO JESÚS EN EL TEMPLO. (Lc.
2, 41-50).
VIRGEN MARÍA: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José; te acompañamos en este dolor . . .
VIRGEN MARÍA: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José; te acompañamos en este dolor . . .
Y, por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se
pierdan por malos caminos.
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...
4º Dolor
EL ENCUENTRO DE JESÚS
CON LA CRUZ A CUESTAS
CAMINO DEL CALVARIO.
(Vía Crucis, 4ª estación).
(Vía Crucis, 4ª estación).
VIRGEN MARÍA: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor . . .
Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos
vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue.
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...
5º Dolor
MARÍA AL PIE DE LA CRUZ. (Jn.
19, 17-30).
VIRGEN MARÍA: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor.
VIRGEN MARÍA: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor.
Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás
muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...
6º Dolor
MARÍA RECIBE A JESÚS
BAJADO DE LA CRUZ (Mc. 15, 42-46).
VIRGEN MARÍA: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón; el Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido en tus brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, víctima de la maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como Él nos amó.
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...
7º Dolor
SEPULTURA DE JESÚS Y SOLEDAD DE MARÍA.
(Jn. 19, 38-42).
(Jn. 19, 38-42).
VIRGEN MARÍA: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Madre nuestra adoptiva y corredentora, le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor . . .
Y, por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de
nosotros la gracia particular que te pedimos…
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...
PROMESAS DE LA
SANTÍSSIMA VIRGEN MARÍA
A QUIEN CONTEMPLE SU
SIETE DOLORES
La Santísima
Virgen María manifestó a Sta. Brígida que concedía siete gracias a quienes diariamente le honrasen considerando sus
lágrimas y dolores y rezando siete Avemarías:
1. Pondré paz en sus familias.
2. Serán iluminados en los Divinos Misterios.
3. Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
4. Les daré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a la voluntad
3. Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
4. Les daré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a la voluntad
adorable de mi Divino Hijo y a la
santificación de sus almas.
5. Los
defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal,
y protegeré en todos los instantes de su
vida.
6. Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte;
6. Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte;
verán el rostro de su Madre.
7. He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.
7. He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.
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