El Papa Francisco en su audiencia general, del 19
de agosto de 2015 - AP
19/08/2015 11:31
El Papa Francisco alentó a las familias cristianas
por un mundo más justo: el
trabajo al servicio de la dignidad humana y la creación, fe y valentía
(RV).- Si la organización del trabajo mantiene como rehén a
la familia y obstaculiza su camino, quiere decir que la sociedad humana ha
empezado a trabajar contra sí misma, advirtió el Santo Padre, invitando a no
perder la esperanza:
Familias
cristianas no se desanimen – no se sientan como David y Goliat, pues todos
sabemos cómo acabó ese desafío
Ante el momento difícil que vivimos en la historia
de la humanidad, en el que se quiere impulsar el afán del provecho económico
del trabajo, por encima de la familia, el Papa Francisco – en su catequesis
central en italiano y como es tradicional sintetizada en otras lenguas – hizo
hincapié en el gran desafío y misión de las familias cristianas:
«En este
momento difícil de nuestra historia, pidamos al Señor que sostenga a las
familias en su vida cotidiana y en su misión. Que Él les conceda custodiar de
forma fiel y valiente los valores fundamentales de la creación. Que Jesucristo los fortalezca en la fe,
junto con sus familias, para que puedan ser en el mundo signos de su amor y su
misericordia».
Con el trabajo participamos en el designio creador
de Dios de cuidar el mundo. Que el Espíritu Santo nos ayude a acoger y vivir
esta vocación con alegría y esperanza, deseó el Papa:
«Queridos hermanos y hermanas, el trabajo humano es parte de la creación y
prosigue la obra creadora de Dios. Comprometámonos en acrecentar las
oportunidades de trabajo, afirmando la convicción de que sólo en el trabajo libre creativo, participativo y
solidario el ser humano expresa y acrecienta la dignidad de su
propia vida».
El Santo Padre deseó a los numerosos fieles de
tantas partes del mundo, que su peregrinación a Roma impulse en todos el
sentido de pertenencia a la Iglesia – nuestra familia - los
fortalezca en la fe en Jesucristo, que llama a toda familia a colaborar en la
construcción de un mundo más justo y bello:
«Recuerden que el trabajo puede ser camino de
santidad, si se desarrolla como continuación de la obra creadora de Dios y es
una expresión de amor a los demás, sobre todo a nuestros familiares».
El Papa dirigió un saludo especial a la Comunidad
de Taizé en la víspera del aniversario de su fundación y recordó a su amado
fundador:
«Mañana
la Comunidad de Taizé cumple 75 años. Deseo dirigir mi saludo
acompañado con mi oración a los hermanos, en el recuerdo de su amado fundador Roger
Schutz, del que hemos recordado el X aniversario de su muerte, hace tres
días. ¡Buen camino para la comunidad de Taizé!»
Coincidiendo su audiencia general con la fiesta de
San Juan Eudes, en sus palabras a los jóvenes, a los enfermos y a
los recién casados, evocó su devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de
María:
«Hoy
celebramos la memoria litúrgica de San Juan Eudes. Que su devoción a los Sagrados
Corazones de Jesús y de María, les enseñe a ustedes, queridos jóvenes, la
necesidad de su intercesión en el camino espiritual. Los aliente, a ustedes
queridos enfermos, a afrontar con fe los momentos de sufrimiento y los estimule
a ustedes, queridos recién casados a educar con amor a los hijos que el Señor
les querrá donar».
(CdM – RV)
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