Ésta Eucaristía ha de ser tenida como
una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del Obispo como el gran Sacerdote de su
grey, y como signo de la unión estrecha de los Presbíteros con él. NDL. pg. 649
Esta solemne liturgia se ha convertido en ocasión
para reunir a todo el presbiterio alrededor de su obispo y hacer de la
celebración una fiesta del sacerdocio.
CUANDO
SE CELEBRA LA MISA
CRISMAL?
Ordinariamente se celebra el día de
Jueves Santo como lo indica el Misal Romano; en nuestra Diócesis, por la
dificultad de la asistencia de los Sacerdotes diocesanos, tiene lugar el día Lunes
Santo, a las 9:00 de la mañana en la IGLESIA CATEDRAL METROPOLITANA DE CARTAGENA.
¿EN QUÉ SE USA EL SANTO CRISMA?
Con el SANTO CRISMA consagrado por el
Obispo son ungidos los nuevos bautizados y son signados los que reciben el
Sacramento de la Confirmación.
También son ungidos los Obispos y Sacerdotes en el
día de su Ordenación Sacramental.
El Óleo
de los CATECÚMENOS extiende el efecto de los exorcismos, pues los bautizados se
vigorizan, reciben la fuerza divina del Espíritu Santo, para que puedan
renunciar al mal, antes de que renazcan de la fuente de la vida en el bautizo.
EL Óleo
de los ENFERMOS, cuyo uso atestigua el apóstol Santiago, remedia las dolencias
de alma y cuerpo de los enfermos, para que puedan soportar y vencer con
fortaleza el mal y conseguir el perdón de los pecados. El aceite simboliza el
vigor y la fuerza del Espíritu Santo. Con este óleo el Espíritu Santo vivifica
y transforma nuestra enfermedad y nuestra muerte en sacrificio salvador como el
de Jesús.
El aceite simboliza el vigor y
la fuerza del Espíritu Santo. Con este óleo el Espíritu
Santo vivifica y transforma nuestra enfermedad y nuestra muerte en sacrificio
salvador como el de Jesús.
La
liturgia cristiana ha aceptado el uso del Antiguo Testamento, en el
que eran ungidos con el óleo de la consagración los reyes, sacerdotes y
profetas, ya que ellos prefiguraban a Cristo, cuyo nombre significa "el ungido del Señor".
CUÁL ES EL ORIGEN DE ÉSTA
CELEBRACIÓN?
El origen
de la bendición de los SANTOS ÓLEOS y del SAGRADO CRISMA procede de ambiente
romano, aunque el rito tenga huella galicana. Parece ser que hasta el final del
siglo VII, la bendición de los óleos se hacía durante la Cuaresma, y no el
Jueves Santo. Haberla fijado en este día no se debe al hecho de que el Jueves
Santo sea el día de la institución de la Eucaristía, sino sobre todo a una
razón práctica: poder disponer de los santos óleos, sobre todo del óleo de los
catecúmenos y del Santo Crisma, para la celebración de los sacramentos de la
iniciación cristiana durante la Vigilia Pascual. Sin embargo, no se debe
olvidar que este motivo de utilidad no resta nada a la teología de los
sacramentos, que los ve a todos unidos a la eucaristía.
CUÁL ES EL ORIGEN DE LA PALABRA CRISMA?
La palabra
crisma proviene de latín chrisma, que significa unción. Así se
llama ahora al aceite y bálsamo mezclados que el obispo consagra en esta Misa: el
Santo Crisma, es decir el óleo perfumado que
representa al mismo Espíritu Santo, nos es dado junto con sus carismas
el día de nuestro bautizo y de nuestra confirmación y en la ordenación de
los sacerdotes y obispos.
¿CON QUÉ SE HACE EL SANTO CRISMA?
El SANTO CRISMA Este aceite es un aceite
untuoso de color verde amarillento que se extrae del olivo o de otras plantas y
aromas o materia olorosa para significar "el buen olor de Cristo" que
deben despedir los bautizados.
Su
consagración es competencia exclusiva del Obispo. Es conveniente recordar que
no es lo mismo el SANTO CRISMA (que se utiliza en el Bautismo y en la
Confirmación y es consagrado) que el óleo de los catecúmenos y de los enfermos
(que solo es bendecido y puede serlo por otros ministros en algunos casos).
El rito
de esta Misa, que debe ser siempre concelebrada,
incluye la renovación de las promesas sacerdotales, tras la homilía.
No se
dice el Credo.
Tras la
renovación de las promesas sacerdotales se llevan en procesión los óleos al
altar donde el obispo los puede preparar, si no lo están ya.
En último
lugar se lleva el SANTO CRISMA, portado por un diácono o un presbítero.
Tras
ellos se acercan al altar los portadores del pan, el vino y el agua para la eucaristía.
Mientras
avanza la procesión se entona el O Redémptor u otro canto apropiado.
El obispo
recibe los óleos.
La Misa
prosigue como una Eucaristía concelebrada normal.
Tras el
Santus se bendicen el óleo de los enfermos y tras la oración después de la
comunión se bendice el óleo de los catecúmenos y se consagra el Santo Crisma.
También
todos estos ritos se pueden hacer tras la
Oración de los Fieles. En la procesión de salida, los óleos serán
llevados inmediatamente después de la Cruz, mientras se cantan estrofas del O
Redémptor u otro canto apropiado.
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