¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

lunes, 4 de junio de 2012

ADORACIÓN ANTE LA PRESENCIA HERMOSA DE JESÚS SACRAMENTADO


Jesús, aquí me encuentro postrado ante tu presencia,
 adorando, bendiciendo tu Nombre Santo.  
Tú eres el único en quien puedo confiar infinitamente, por esto te traigo mis pobrezas, debilidades, dudas, para que tú me inundes de tu inmenso amor. Mi amigo, aquí fijo mirándote, contemplándote, sin poder decir una palabra, simplemente dejando que tu amor me renueve, que mores en mí, para yo poder llevar tu alegría a los demás.  
Enamórame de ti, necesito de tu humildad, sabiduría, amor, paciencia, para lograr ir en contra de la corriente que me impulsa y me conduce al mal; y de esta manera ser una persona dedicada, esmerada por hacer la diferencia.
Te doy gracias por tantos momentos hermosos, llenos de alegría, y tan gratos de recordar, en este caminar hacia tu Santa y bendita voluntad.
Gracias por permitirme sonreír, amar, caminar junto a mis hermanos, buscando ese sendero resplandeciente que me conduce a Ti. ¿Qué sería de mí si no me hubieras llamado por mi nombre?: no pudiera vivir a tu lado, y servirte  con más esmero en cada despertar.
Gracias por darme este privilegio de poder cantarte, alabarte, saciarme de Ti, en cada instante de mi peregrinar.
Gracias por permitirme tener los oídos atentos a esa voz dulce que me habla en la intimidad y me dice: ¡no temas, yo estoy contigo, y te llevo en la palma de mi mano!
 En realidad, ¿cómo podré pagar todo lo que tú hiciste, haces, y seguirás haciendo por la salvación de la humanidad?, simplemente te ofrezco lo que soy, para que me tomes en tus brazos y hagas lo que quieras.
Gracias por las pruebas, porque ahí es donde muestras tu fuerza y me haces fuerte, para poder aprender de ella y sacarle provecho, porque al cristiano “todo le sirve para bien”.
Ante Ti lo que puedo exclamar es que: Te amo, y que sin ti nada soy, acompáñame y quédate conmigo por siempre.
Gracias por regalarme esta vocación tan sublime que me hace suspirar de alegría. ¡Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad, moldéame a tu manera, reconozco que no soy digno de esta misión!
Por: Gabriel Alonso Sánchez

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