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miércoles, 2 de diciembre de 2015

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE CON APARICIONES, EMPERATRIZ DE AMÉRICA, PATRONA DE LAS VOCACIONE,S 05 DE DICIEMBRE, TERCER DÍA






ORACIÓN INICIAL

Oh Virgen de Guadalupe, Madre de Dios y Madre nuestra, que te dignaste hablar a tu siervo Juan Diego con estas tiernas palabras: “Hijito mío, que no se turbe tu corazón... No temas... ¿No estoy aquí Yo que soy tu Madre? ¡No estás acaso bajo mi protección y amparo?”  Llenos, pues de confianza con estas palabras venimos hoy a tus plantas para pedirte que nos concedas todas  las gracias que necesitamos y que deseamos obtener de tu bondad en esta novena.

REFLEXIÓN

La Virgen de Guadalupe se presenta a Juan Diego en su primera aparición y se identifica con estas palabras: “Estáme atento, hijito mío y óyeme: Yo soy la siempre Virgen María,  Madre del verdadero Dios por quien se vive”.  Estas palabras contenían  un mensaje inmediato e importantísimo para nuestro pueblo y para todos los pueblos de América en aquellos momentos.  Era la invitación cariñosa que hacía Dios a los pueblos  indígenas por medio de la Virgen para que se  convirtieran a la religión cristiana.  Era un modo maravilloso  de  facilitar  el paso de  la idolatría  a  la  fe en el Dios  único  y  verdadero,  el Dios  Amor,  
Padre de nuestro Señor Jesucristo y Padre de todos los hombres. 
 Juan Diego así lo entendió y lo  aprovechó para entrar de lleno en la nueva religión anunciada  por los misioneros de Cristo.  Y nosotros ¿Hemos respondido con la misma generosidad al llamado de nuestra fe? Meditémoslo

ACLAMACIONES A LA VIRGEN DE GUADALUPE

Aclamemos con amor a nuestra Madre de Guadalupe  pidiéndole  también  su ayuda:

-Bendita seas, oh Virgen de Guadalupe, porque nos regalaste tu propia imagen y quisiste quedarte con nosotros para ser nuestro modelo y conducirnos a Cristo, Camino, Verdad y Vida para todos los hombres.- Ave María.

-Bendita seas, oh Virgen de Guadalupe, porque quisiste quedarte en medio de nosotros para demostrarnos todo tu amor y compasión y ser nuestro auxilio y defensa en todas nuestras necesidades.- Ave María.

-Bendita seas, oh Virgen de Guadalupe, porque quisiste quedarte con nosotros para ser nuestra piadosa Madre, oír nuestros lamentos y remediar todas nuestras miserias, penas y dolores.-  Ave María.

SÚPLICA FINAL

Oh Virgen de Guadalupe, “Madre del verdadero Dios por quien se vive”, aquí estamos a tus pies para recordarte una vez más la gran promesa que hiciste a tu siervo Juan Diego de escuchar siempre nuestras súplicas y remediar todas nuestras necesidades.  Te rogamos pues, Madre nuestra, que seamos fieles a nuestra fe y la vivamos; que en cada uno de nosotros reine  siempre  Cristo  y  lo  sigamos;  que haya paz en nuestras familias; que puedan ver la eficacia de tu misericordia  todos  los  que, en  medio de  sus  sufrimientos, se encomiendan a Ti; que imitemos fielmente todas tus virtudes; que crezca constantemente nuestro amor y confianza en Ti; y que, por fin, nos alcances de Dios lo que especialmente queremos conseguir de tu bondad en esta  novena.   Así sea.


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