Menú

miércoles, 27 de marzo de 2013

CONSAGRACIÓN A MARÍA INMACULADA...A LA SANTISIMA TRINIDAD




Madre y Señora mía, yo me ofrezco a Ti y me consagro en tu persona a la Santísima Trinidad en calidad de eterno servidor.
Te entrego todo lo que me resta de vida y ´
todo lo vivido hasta aquí.
Mi cuerpo con sus innumerables miserias, mi alma con sus debilidades, mi corazón con todos sus afectos y deseos; todos mis sentidos, trabajos, sufrimientos y luchas; mis días y noches; en especial mi muerte y todo lo que deba acompañarla, mis últimas tentaciones, mis últimos dolores y mi última agonía.
Todo esto, Madre y Señora mía, lo uno para siempre e irrevocablemente a tu amor, a tus lágrimas, a tus sufrimientos. Y si algo ves en mí que aún no sea tuyo, tómalo enseguida, te lo ruego, y hazte dueña absoluta de todos mis haberes, para destruir y desarraigar en mi todo lo que desagrade a Dios, y plantar y producir todo lo que le guste.
Juntamente te ofrezco y consagro todo lo que amo, a los Sacerdotes y pecadores y especial las almas de los que particularmente estoy obligado a rogar.
Madre y Señora mía dulcísima, acuérdate de este tu pequeño hijo de la consagración que te hace de sí, de todo lo suyo.
Y si algún día, vencido por el sufrimiento o el cansancio, la perturbación o el delirio, me olvidase de ti, entonces Madre y Señora, te pido y te suplico:
¡NO ME DEJES, MADRE MIA!
Acuérdate que soy tuyo, que te pertenezco totalmente.
Te lo pido y suplico por el amor que tienes a Jesús,
por sus llagas, por su costado abierto. Protégeme como hijo y como servidor, y no me abandones hasta que este contigo
en la Gloria bendiciendo a Dios.
POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR…. AMÉN

No hay comentarios:

Publicar un comentario