6 de marzo, 2012. (Romereports.com)
Quizá no es fácil pensar cómo sería su vida sin libertad religiosa. Algo que para millones de personas es una realidad. Según el Observador Permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas en Ginebra, Monseñor Silvano Tomasi unos 2.200 millones de personas tienen este problema todos los días.
Alrededor del 70% de la población mundial afronta restricciones en la práctica de su religión. Monseñor Tomasi afirma que las víctimas no son sólo cristianos. Pero que los ataques terroristas a grupos de cristianos en África, Oriente Medio y Asia han aumentado en un 309% entre 2003 y 2010.
Tomasi dice que la religión no es una amenaza sino un recurso. El problema, asegura, surge cuando gobiernos y extremistas consideran a las religiones minoritarias dañinas y ofensivas porque difieren de la religión mayoritaria del país.
Cuando esto sucede en países desarrollados, la persecución no es violenta sino cultural. Se traduce en hostilidad, burla o ridículo por sus creencias. Una situación que afrontan muchas personas. La mayoría de ellas cristianos, según monseñor Silvano Tomasi.
