¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

viernes, 31 de mayo de 2013

BREVE HISTORIA DE LAS LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS



En su forma actual fueron aprobadas por el Papa León XIII, el 2 de abril de 1899 y reconocida como una oración litúrgica oficial para la Iglesia Universal.
Mucho antes de las apariciones del Sagrado Corazón a Santa Margarita María, el padre Gaspar Druzbicki, jesuita polaco, quien murió en 1662 compuso ocho Letanías al Sagrado Corazón y San Juan Eudes había editado una en un libro de oraciones publicado en el 1668.

La primera Letanía que tiene relación con la Letanía actual, apareció en un librito que fue publicado por el Monasterio de la Visitación de Moulins. Este librito se llamaba “Livret de Moulins.”

De algunos pasajes de las cartas de Santa Margarita María se puede deducir que fue ella misma quien las compuso. Por lo que se conoce, ella tenía la costumbre de rezarlas frecuentemente.

Apareció otra Letanía en el 1689, en un librito de DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN escrito por la Hna. Joly, del convento de la Visitación de Dijon. Este librito se conoce con el nombre de “Livret de Sour Joly.”

Esta Letanía era conocida de Santa Margarita María y probablemente la rezaba. Dos años más tarde en el 1691 una tercera Letanía fue publicada en la segunda edición del libro del Padre Croiset sobre la devoción al Sagrado Corazón.
La venerable Madeleine de Rémusat, de la Visitación de Marcellas, compuso una Letanía, que fue publicada en el 1718, en su manual de la Confraternidad de la adoración perpetua del Sagrado Corazón.

Esta Letanía, sin embargo, no fue escrita originalmente por ella sino que, de las 27 invocaciones que tiene, 17 son tomadas de la Letanía compuesta por el Padre Croiset y 5 de la Letanía compuesta por la Hna. Joly. Sin embargo se hizo muy famosa y popular bajo el nombre de la Letanía de Marcellas, porque fueron cantadas en las procesiones penitenciales organizadas por Monseñor de Belsunce cuando se desató una terrible plaga en la ciudad en el 1720.

Fue esta Letanía de Marcellas, a la que se añadieron seis invocaciones de la Letanía de Moulins y del Padre Croiset, la que fue aprobada por el Papa León XIII y se convirtió en la Letanía oficial del Sagrado Corazón.
La Letanía tiene 33 invocaciones en honor a los 33 años de la vida de nuestro Señor en la tierra.
De estas 33 invocaciones, 15 están en concordancia, en lo que se refiere a su sentido, con la Letanía de Moulins, por lo que pudiéramos decir que la Letanía que nosotros rezamos hoy en día es casi la misma que Santa Margarita María solía rezar.

CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA A LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y MARÍA



 
Santísimos corazones de Jesús y María,
unidos en el amor perfecto,
como nos miráis con misericordia y cariño,
consagramos nuestros corazones,
nuestras vidas, y nuestras familias a Vosotros.

Conocemos que el ejemplo bello
de Vuestro hogar en Nazaret fue un modelo
para cada una de nuestras familias.
Esperamos obtener, con Vuestra ayuda,
la unión y el amor fuerte y perdurable
que Os disteis.

Qué nuestro hogar sea lleno de gozo.
Qué el afecto sincero, la paciencia, la tolerancia,
y el respeto mutuo sean dados libremente a todos.
Qué nuestras oraciones
incluyan las necesidades de los otros,
no solamente las nuestras.
Y qué siempre estemos cerca de los sacramentos.

Bendecid a todos los presentes
y también a los ausentes,
tantos los difuntos como los vivientes;
qué la paz esté con nosotros,
y cuando seamos probados,
conceded la resignación cristiana
a la voluntad de Dios.

Mantened nuestras familias cerca
de Vuestros Corazones;
qué Vuestra protección
especial esté siempre con nosotros.

Sagrados Corazones de Jesús y María,
escuchad nuestra oración.
Amén

NOVENA BREVE AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS DÍA QUINTO



 “Por la señal + de la Santa Cruz, de nuestros + enemigos,
líbranos Señor + Dios Nuestro. En el Nombre + del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén”.

Nos ponemos en presencia de Dios y para que la oración llegue al Cielo, pedimos humildemente perdón al Señor por nuestras faltas (silencio…) y decimos:

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador,
Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo
 sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido;
propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.  Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos,
en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico,
así confío en vuestra bondad y misericordia infinita,
que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida.
Amén.

ORACIÓN PREPARATORIA

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

DÍA QUINTO

ORACIÓN.

¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús, órgano de la Trinidad venerada, por quien se perfeccionan todas nuestras obras! Yo os ofrezco las mías, aunque tan imperfectas, para que supliendo vos mi negligencia, puedan aparecer muy perfectas y agradables ante el divino acatamiento. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

ORACIONES FINALES

Oración al Padre eterno. ¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

ORACIÓN.

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén

NOVENA BREVE AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS DÍA CUARTO


 “Por la señal + de la Santa Cruz, de nuestros + enemigos,
líbranos Señor + Dios Nuestro. En el Nombre + del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén”.

Nos ponemos en presencia de Dios y para que la oración llegue al Cielo, pedimos humildemente perdón al Señor por nuestras faltas (silencio…) y decimos:

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador,
Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo
 sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido;
propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.  Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos,
en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico,
así confío en vuestra bondad y misericordia infinita,
que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida.
Amén.

ORACIÓN PREPARATORIA

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

DÍA CUARTO

ORACIÓN.

¡Oh Corazón purísimo de Jesús, espejo cristalino en quien resplandece toda la perfección! Concededme que yo pueda contemplaros perfectamente, para que aspire a formar mi corazón a vuestra semejanza, en la oración, en la acción y en todos mis pensamientos, palabras y obras. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas con­­tra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

ORACIONES FINALES

Oración al Padre eterno. ¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

ORACIÓN.

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén