¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

lunes, 16 de julio de 2012

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN PATRONA DE LAS MUJERES SOLTERAS



En Cataluña, antiguamente, las chicas rogaban con una pequeña oración a NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN para que les encontrara esposo rápidamente, daba igual su estatus económico, rico o pobre:

"MARE DE DÉU DEL CARME, DONEU-ME UN BON MARIT, SIA POBRE, SIA RIC, MENTRE VINGUI DE SEGUIT".

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y LAS ALMAS DEL PURGATORIO



Según las Sagradas Escritura, el único SALVADOR Y REDENTOR ES JESUCRISTO, pero no de las ánimas del purgatorio, sino de los vivos que lo acepten y reciban como su Señor y acepten su obra en la cruz.

 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Juan 3:16

Pero, la VIRGEN DEL CARMEN prometió liberar del Purgatorio a todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida, el sábado siguiente a la muerte de la persona y llevarlos al cielo, creencia que ha sido respaldada por los Pontífices. La iconografía principal de la Virgen la muestra portando dicho escapulario.

Por lo tanto, no podemos pasar por alto al ESCAPULARIO DE LA VIRGEN DEL CARMEN, porque es gracias a él que muchas almas, que se encuentran en el Purgatorio, se salvaron de la condenación eterna, según las promesas de la VIRGEN DEL CARMEN a SAN SIMÓN STOCK, sexto superior general de la Orden religiosa Carmelita durante los años 1245-1265[1], inglés, hombre de gran santidad y devoción, ante serias dificultades de la Orden, San Simón suplicaba diariamente la protección de María. Su oración fue escuchada, y “se le apareció la Bienaventurada VIRGEN, acompañada de una multitud de Ángeles, llevando en sus benditas manos el escapulario de la Orden y diciendo estas palabras:

“ÉSTE SERÁ PRIVILEGIO PARA TI Y TODOS LOS CARMELITAS; QUIEN MURIERE CON ÉL, NO PADECERÁ EL FUEGO ETERNO, ES DECIR, EL QUE CON ÉL MURIERE SE SALVARÁ”[2].

 La fecha y lugar de la aparición no se conocen con seguridad. Se habla de Londres, el 16 de julio de 1251. Siempre dentro del generalato de San Simón y antes de 1252, pues el 13 de enero de este año EL PAPA INOCENCIO IV emite la BULA "EX PARTE DILECTORUM" donde defiende a la Orden de los Carmelitas en este tema.
Sesenta y dos años después (1314), NUESTRA SEÑORA se apareció al PAPA JUAN XXII, que recogió sus palabras en la BULA "SACRATISSIMO UTI CULMINE" también llamada BULA SABATINA (3.III.1322):

“Si entre los religiosos o cofrades de esta orden hubiese algunos que al morir tengan que purgar sus pecados en la cárcel del purgatorio, yo, que soy la MADRE DE LA MISERICORDIA, descenderé al purgatorio el primer sábado después de su muerte, y lo libraré para conducirlo al Monte Santo de la Vida Eterna”.

¿Cuáles son las condiciones para recibir éste privilegio?

1.   Tener impuesto el escapulario. (Basta hacerlo una sola vez).
2.   Llevarlo puesto. Puede sustituirse por una medalla. (Lo comentaremos).
3.   Tanto la medalla como el escapulario deben estar bendecidos.
4.   Devoción a María; procurar imitarla; desear ser buenos hijos suyos. El escapulario son dos trocitos de tela que simbolizan una vestimenta. Y quien viste el hábito de María debe vivir como Ella, ejercitando las virtudes cristianas. De modo que el hábito-vestido vaya unido al hábito-virtud.
5.   Guardar la castidad propia de su estado. (La confesión recupera la situación perdida).
6.   Rezar el oficio parvo de nuestra Señora. Este rezo puede sustituirse por la abstinencia de carne los miércoles y sábados.

También se mencionan otras posibles sustituciones:

7.   El rezo del oficio divino
8.   O el rezo del Santo Rosario,
9.   O incluso hasta simplemente cinco o tres avemarías.

10.               Y por supuesto, asistir a la Eucaristía dominical, ojalá todos los días o cuando se pueda en la semana.
Tomado de la web  ángelesysantos

CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN




Virgen del Carmen, llévanos sobre nuestro pecho tu santo Escapulario,
signo de nuestra consagración a tu Corazón inmaculado.
Madre querida, somos tus hijos: unos hijos de tu entera pertenencia.
Nuestra consagración. Señora, nos exige una entrega sin reservas a tu persona, una dedicación generosa a tu servicio, una fidelidad inquebrantable a tu amor y una solicita imitación de tus virtudes.

Queremos vivir, conforme al ideal carmelitano, en ti, por ti, contigo y para Ti. Gracias a tu Escapulario, Virgen bendita, somos miembros de tu cuerpo místico del Carmelo y participamos de la consagración comunitaria de la Orden a Ti, que eres su Cabeza.

Nuestra consagración se une, pues, a la de toda la familia carmelitana y acredita así su valor y eficiencia. Santa María, Abogada y Mediadora de los hombres, no podríamos vivir nuestra consagración con olvido de quienes son tus hijos y nuestros hermanos. Por eso, nos atrevemos a consagrarte la Iglesia y el mundo, nuestras familias y nuestra patria.

Te consagramos especialmente los que sufren en el alma o en el cuerpo:
los pecadores, los presos, los desterrados, los enfermos, los hambrientos...
Madre y Reina del Carmelo, por nuestra consagración somos del todo tuyos ahora en el tiempo. Que los sigamos siendo también un día en la Eternidad. Así sea.

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN



¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que en tu Santo Escapulario diste a los que devotamente lo visten, un firmísimo escudo para defenderse de todos los peligros de este mundo y de las asechanzas del demonio, acreditando esta verdad con tantos y tan singulares milagros. Te rogamos, Señora, que seas nuestra defensa poderosa en esta vida mortal, para que en todas las tribulaciones y peligros encontremos la seguridad, y en las tentaciones salgamos victoriosos, logrando siempre tu especial asistencia para conseguirlo. Así, Señora, te lo suplicamos humildemente, diciendo:

Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

sábado, 14 de julio de 2012

¿POR QUÉ LA VIRGEN DEL CARMEN ES LA PATRONA DE LOS MARINEROS?


Ya que el escapulario es posible sustituirlo por una medalla, es juntamente con el Santo Rosario, el objeto piadoso más difundido del mundo. En ciertas regiones de España y de Italia era tradición, y aún hay gente que lo sigue haciendo, de imponerlo al niño recién bautizado. En la Edad Media se creía que MARÍA significaba "ESTRELLA DEL MAR", en latín "STELLA MARIS". Desde aquella época, muchos carmelitas han aclamado a María como la "FLOR DEL CARMELO" y la "ESTRELLA DEL MAR".
Lo hizo el mismo Simón Stock con esta plegaria que se le atribuye:

"Flor del Carmelo Viña florida, esplendor del cielo, Virgen fecunda, singular.
¡Oh Madre tierna, intacta de hombre, a todos tus hijos proteja tu nombre, Estrella del Mar!

El nombre de "STELLA MARIS" se ha dado también a todos los centros del APOSTOLADO DEL MAR DE LA IGLESIA CATÓLICA que están ubicados en los puertos. Pero

¿De dónde viene el patronazgo de la VIRGEN DEL CARMEN
hacia los marineros?

 En el siglo XVIII, cuando ya era muy popular LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN en España, el almirante mallorquín Antonio Barceló Pont de la Terra, nacido en 1716 y fallecido en 1797, impulsó su celebración entre la marinería que él dirigía. Fue a partir de entonces cuando la marina española fue sustituyendo el patrocinio de San Telmo por el de la VIRGEN DEL CARMEN. En muchas localidades españolas se celebran grandes procesiones marítimas que son un auténtico éxito. En el obispado de Girona cabe remarcar las de: l'Escala, Roses, Llançà, Arenys de Mar y Palamós. Aunque la VIRGEN sea la patrona de los marineros, muchos de ellos comparten aún el patrocino con San Telmo. También los pescadores tienen a la VIRGEN DEL CARMEN como patrona sin olvidar a San Pedro. Se la puede invocar para que nos proteja ante posibles naufragios y tempestades en alta mar.

En Cataluña, antiguamente, las chicas rogaban con una pequeña oración a NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN para que les encontrara esposo rápidamente, daba igual su estatus económico, rico o pobre: "MARE DE DÉU DEL CARME, DONEU-ME UN BON MARIT, SIA POBRE, SIA RIC, MENTRE VINGUI DE SEGUIT".

También le tenían como patrona los ya desaparecidos serenos (policía nocturna) de Barcelona.

El gran santuario dedicado A NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN se encuentra lógicamente en el Monte Carmelo, en Haifa (Israel), pero... no en el valle del Wadi-es-Siah, sino en el valle conocido como "El-Muhraqa". Allí hay el monasterio de los carmelitas, una hospedería y un gran mirador.
Dios grande y santo, desde la Antigua Alianza has querido señalar el Monte Carmelo por la presencia de los profetas, y en la Nueva Alianza lo has elegido como lugar de contemplación y santuario en honor de MARÍA, VIRGEN Y MADRE; por su intercesión concédenos el gozo de experimentar en la oración tu presencia amorosa.

16 DE JULIO, FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARME, BREVE HISTORIA



EL ORIGEN 

La advocación a la Virgen del Carmen se inicia en el siglo XII en tierras de Palestina. El Monte Carmelo está presente en varios episodios significativos del Antiguo Testamento. Se ensalza siempre su belleza y en el se refugió Elías para defender la pureza de la fe en el único Dios. Ya, en nuestra era, en el Siglo XII, unos ermitaños se instalaron en aquel Monte. De ese monasterio nació una orden religiosa amparada en la regla monástica que les había dado Alberto, patriarca de Jerusalén y que sería aprobada, después, por el Papa Honorio III. Esta familia religiosa dio a la VIRGEN el patrocinio de sus trabajos y meditaciones. Y a partir de ahí el culto a la VIRGEN DEL CARMELO –o del CARMEN— extendió por toda la cristiandad

En la Biblia encontramos diferentes pasajes que nos hablan del Monte Carmelo, considerado siempre bello, incluso sirvió como piropo en el Cantar de los Cantares: "Tu cabeza es como el Carmelo, de púrpura tu melena ..." (Cantar 7, 6-7) el autor del Cantar de los Cantares compara la melena de aquella chica que le dedica el piropo con el Carmelo, ya que en toda esta montaña abunda la vegetación. Precisamente allí, hay el santuario que dio origen a esta devoción: el Santuario de la Virgen del Carmelo (o del Carmen).
 ¿Pero cuáles fueron sus inicios?

Una de las citas bíblicas importantes es la que encontramos en el capítulo 18 del Primer Libro de los Reyes de la Biblia.

Allí se nos dice que las gentes de aquellas tierras de Haifa adoraban en su amplia mayoría al dios pagano Baal. El profeta Elías, que predicaba los mensajes del Señor, sin recibir demasiadas respuestas de los habitantes, les propuso que organizaran conjuntamente un sacrificio a la ladera del Monte Carmelo, cada uno rogando a su respectivo Dios, para invocar la lluvia, ya que habían estado 3 años de sequía.
En primer lugar lo hicieron los partidarios de Baal, sacrificando un novillo en medio de oraciones, pero no obtuvieron respuesta.

 Inmediatamente Elías y sus pequeños seguidores cogieron otro novillo y al cabo de pocos instantes cayó fuego sobre el altar y sonaron grandes truenos. Elías invitó a uno de sus seguidores para que subiera a la cima de la montaña y desde allí éste le dijo: "UNA NUBE PEQUEÑA COMO LA PALMA DE LA MANO DE UN HOMBRE SUBE DEL MAR"
De pronto, el cielo se oscureció con nubes y viento, y cayó una lluvia abundante. Cabe decir que algunos religiosos carmelitas y escritores del siglo XIV vieron en la mencionada nubecilla la presencia de la Virgen, pero...  faltaban unos 900 años para que MARÍA naciera.
A pesar de ello, en la "nubecilla"  vemos un símbolo de la VIRGEN MARÍA, una auténtica nube que nos sacia en los momentos que más necesitamos.
También en este texto simbolizamos a MARÍA que nos hizo llover al mismísimo JESUCRISTO, por eso, la liturgia de las Horas de la fiesta del Carmen, empieza con esta invocación:
 "AL SEÑOR DE LA GLORIA, ADMIRABLE EN LA NUBE DEL CARMELO, VENID ADORÉMOSLE".

El Carmelo era sin duda, el monte donde numerosos profetas rindieron culto a Dios. Los principales fueron Elías y su discípulo Eliseo, pero existían también diferentes personas que se retiraban en las cuevas de la montaña para seguir una vida eremítica. Esta forma de oración, de penitencia y de austeridad fue continuada siglos más tarde, concretamente en el III y IV, por hombres cristianos que siguieron el modelo de Jesucristo y que de alguna forma tuvieron al mismo profeta Elías como patrón situándose en el valle llamado Wadi-es-Siah.

A mediados del siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de Occidente -algunos creen que venían de Italia-, decidieron instalarse en el mismo valle que sus antecesores y escogieron como patrona a la VIRGEN MARÍA. Allí construyeron la primera iglesia dedicada a SANTA MARÍA DEL MONTE CARMELO. Desde su monasterio no quisieron crear una nueva forma de culto mariano, ni tampoco, el título de la advocación, respondía a una imagen en especial. Quisieron vivir bajo los aspectos marianos que salían reflejados en los textos evangélicos: maternidad divina, virginidad, inmaculada concepción y anunciación. Estos devotos que decidieron vivir en comunidad bajo la oración y la pobreza, fueron la cuna de la Orden de los Carmelitas, y su devoción a la VIRGEN permitió que naciera una nueva advocación: NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN.

LA ORDEN DE LOS CARMELITAS

Aquellos primeros monjes instalados en el valle del Wadi-es-Siah del Monte Carmelo, convivieron bajo una primera regla que obtuvo en 1226 la aprobación del patriarca de Jerusalén, que se llamaba Alberto, y del Papa Honorio III. La regla subrayaba vigorosamente el carácter de soledad y de huída del mundo del modelo de vida monástica: los monjes debían vivir en celdas separadas, bajo obediencia, castidad y pobreza, en silencio, oración, ayuno... Un planteamiento que se ha mantenido en los rasgos fundamentales de la espiritualidad de la orden.
En el mismo siglo XIII muchos monjes huyeron a Chipre, Sicilia, Francia e Inglaterra a causa de los crecientes peligros de la invasión musulmana, mientras otros, intentaban sobrevivir en Tierra Santa. Sin embargo, muy pronto, se formó una corriente en Inglaterra y en otras partes de Occidente que deseaba adaptar la orden a la realidad occidental, siguiendo el modelo de otras congregaciones religiosas como los franciscanos y los dominicos. De esta forma, se pretendía que los carmelitas pudieran abrir conventos en las ciudades y realizar trabajos pastorales. En 1247 el Papa Inocencio IV aprobó este cambio de estilo de vida, aunque se abstenían de comer carne y continuaban guardando silencio, llevando un estilo de pobreza y sobretodo, una gran devoción a la VIRGEN MARÍA. Este amor mariano les valió a los carmelitas el aprecio de todos los pueblos donde estaban instalados y el reconocimiento oficial de la Iglesia Católica en 1286 por el Papa Honorio IV.
En el mismo siglo XIII, uno de los monjes carmelitas, San Simón Stock, recibe de manos de la mismísima VIRGEN MARÍA el escapulario, el símbolo de dicha congregación y del que ya hablaré más tarde. Es a partir de entonces cuando nace la imagen de la advocación de NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN: el Niño y la Madre aguantando el escapulario, la figura típica de dicha devoción mariana. En los años 1434-1435, la regla sufrió una serie de cambios que fueron aprobados por el Papa Eugenio IV y que no gustaron a ciertos sectores de la orden. Para ellos, la nueva regla suavizaba la observancia más antigua y forzó a que en el siglo XV, Juan Sorteh (1451-1471) empezara a movilizar un nuevo movimiento que llevaría en 1593 a la ruptura de la orden carmelitana en dos bandos. Los principales miembros de esta reforma en España fueron Santa Teresa de Jesús (1515-1582) y San Juan de la Cruz (1542-1591), dos de los más grandes ejemplos de la mística cristiana. Para constituir su regla, se apoyaron básicamente en la que ya fuera aprobada en 1247 sin incluir las posteriores atenuaciones de 1434-1435. A esta nueva congregación se la llamó Orden de los Carmelitas Descalzos, mientras que los anteriores, fueron conocidos por la Orden de los Carmelitas Calzados o de la Antigua Observancia.

AL SERVICIO DE LA SOCIEDAD

Desde siempre, los hermanos carmelitas, "calzados o sin calzar" han estado al servicio de la sociedad desde los más diversos servicios caritativos, pastorales y misioneros junto a su dimensión espiritual y contemplativa. Visten hábito marrón con el escapulario y capucha y, en ocasiones solemnes, capa y capucha de color blanco. Según el libro "La Vida Religiosa de la A a la Z" de George Schwaiger publicado por Editorial San Pablo en 1998, la situación en 1996 era la siguiente: los Carmelitas Calzados tenían 361 conventos en todo el mundo con 2.197 miembros, 1434 de ellos sacerdotes, mientras que los Carmelitas Descalzos poseían 525 conventos con 3.809 miembros, 2.422 de los cuales eran sacerdotes.
La orden femenina: no podemos olvidar aquí la rama femenina: las carmelitas. La orden nació en los siglos XIII y XIV, pero no se organizaron como comunidad hasta el 1450 cuando fundaron en Florencia (Italia) el Monasterio de Santa María de los Ángeles. 
Tomado del ángel de la web